La atmósfera sonora en la danza clásica. Una reflexión filosófica sobre el lazo inseparable entre tempo-musical y arte dancístico antes y durante la pandemia del Covid-19

Resumen

En la danza clásica, la música es parte esencial de su realidad (sea como arte vivo o como arte transmitido de manera digital), sin embargo, cuando se estudia, muchas veces se obvia o se deja de lado. Por eso, este trabajo tiene como propósito reflexionar sobre la instalación sonora de la realidad de la danza clásica. Para abordar esto, la autora se fundamenta –principalmente– en la metáfora de atmósfera desarrollada en la teoría esferológica de Peter Sloterdijk y en la estética del aparecer de Martin Seel. Con ello se profundiza en los modos en los que los artistas del movimiento despliegan un eco acústico como parte de su climatización atmosférica social, estética y existencial, en donde el tempo-musical se convierte en un lazo inseparable. Aquí es importante señalar que, parte de estas reflexiones surgen de la propia experiencia de la autora como investigadora y profesional de la danza y del trabajo de investigación realizado en su tesis doctoral.

Así, para abordar esta relación entre tempo-musical y danza clásica, la reflexión se divide en tres partes, a saber: 1) La atmósfera humana, 2) El gemelo sonoro de la danza clásica, y 3) El tempo musical y la práctica del ballet en tiempos de pandemia. Esta última parte reflexiona sobre algunos de los retos que la práctica dancística (cotidiana y escénica) tuvo que sortear durante la pandemia del SARS-CoV-2, lo que la hizo migrar a espacios digitales en los que la relación que mantenía con el tempo musical como arte vivo, inevitablemente, se modificó.

Finalmente, se concluye que, la música para la danza como arte vivo es más que un acompañamiento, es una atmósfera social-estética-y-existencial de cualidades especiales que aparece en el presente escénico como un campo energético de asociaciones acústicas y rítmicas al que está completamente liado el movimiento y sus participantes (bailarines, música y audiencia). Atmósfera que –por más que se haya intentado– hasta el momento no ha podido digitalizarse de manera que se pueda decir que, la experiencia en vivo de un espectáculo de danza ya no es necesaria.