Consultoría Filosófica

Ilse María Quezada Reyes

Abstract

Antes de explicar en qué consiste la Consultoría Filosófica, la actividad que nos interesa en este proyecto, es necesario mencionar que se trata de una de las actividades conocidas como prácticas filosóficas que, de acuerdo con Gabriel Arnaiz, han surgido de forma independiente entre sí, en momentos históricos diferentes y con metodologías, enfoques o perspectivas filosóficas particulares; estas prácticas son: Consultoría Filosófica, Filosofía Para Niños, Talleres Filosóficos, Café Filosófico, Diálogos Socráticos y Divulgación Filosófica.

Ampliando la concepción que tenemos de las prácticas filosóficas, el mismo Arnaiz señala que, a pesar de que parecen distintas entre ellas, llegan a coincidir en que la Filosofía no se trata únicamente de una disciplina, sino más bien de una actividad que se realiza con los otros, fuera de ámbitos académicos; por otra parte, David Sumiacher, dirá que se trata de “procesos intersubjetivos y fundamentados para el desarrollo de procesos filosóficos para el Otro”, esta breve definición, engloba tres criterios que, desde su punto de vista, cumplen las prácticas para ser consideradas como filosóficas: a) se fundamentan teóricamente, b) son un quehacer intersubjetivo y c) tienen presente un sentido filosófico para quienes están involucrados.

No pretendemos ahondar en alguna teoría general sobre las Prácticas Filosóficas, ya que no es el propósito de este proyecto, sin embargo, consideramos importante mencionar, brevemente, a qué se refiere el autor con estos tres criterios. Por fundamentación teórica, se refiere a que la práctica haya sido reflexionada de forma escrita, teniendo en cuenta sus posibilidades, teorías precedentes que le apoyen o refuten, que quien reflexiona tenga experiencia en la práctica que está fundamentando, de manera que su teoría pueda orientar la práctica, ya sea en su conducción o en su modificación. En cuanto al quehacer intersubjetivo, quiere decir que las personas involucradas en la práctica, alternen su rol activo con el perceptivo y viceversa (pasar de escuchar a hablar y de hablar a escuchar), pues esto da cuenta de la atención, escucha y participación de la otra persona en la actividad, de que hay una inmersión en una misma dirección. Por último, respecto a tener presente un sentido filosófico para las involucradas, se refiere a que debe haber una conexión de la práctica filosófica con los procesos del pensamiento, las acciones, interacción con el mundo y otras personas, que son propias de quien participa-