CIENCIAS DEL DISEÑO Y DE LA CONSTRUCCIÓN

Monitoreo de la antigüedad de hospitales potencialmente requeridos en caso de desastre en México

Monitoring age of hospitals potentially required in case of disaster in Mexico

Milton Montejano-Castillo
Instituto Politécnico Nacional, México
Mildred Moreno-Villanueva
Instituto Nacional de Salud Pública, México

Monitoreo de la antigüedad de hospitales potencialmente requeridos en caso de desastre en México

Investigación y Ciencia, vol. 28, núm. 80, pp. 54-61, 2020

Universidad Autónoma de Aguascalientes

Recepción: 17 Abril 2019

Aprobación: 29 Enero 2020

Resumen: Desastres recientes han evidenciado la necesidad de revisar en México la seguridad de la infraestructura crítica del país. En este artículo se exploran las limitantes que un hospital puede tener con el fin de incrementar su seguridad ante desastres de acuerdo con su antigüedad, dada la relativamente reciente formulación de códigos de construcción y lineamientos para hacer los hospitales seguros frente a desastres. Por ello, el año de construcción y el coeficiente de ocupación se tomaron como indicadores para analizar algunos de los hospitales en proceso de certificación en el programa Hospital Seguro en México. Se observa que solo una minoría de los hospitales es de reciente construcción y que en su mayoría estos hospitales están sujetos a una constante expansión física, por lo que se propone un Observatorio para identificar vulnerabilidades asociadas a la antigüedad y saturación física de hospitales, para evaluar la factibilidad de recibir saldos masivos de víctimas en caso de desastre.

Palabras clave: seguridad, riesgo, salud, construc- ción, Observatorio.

Abstract: The occurrence of recent disasters in Mexico made evident the need to assess the safety of the critical infrastructure of the health sector. Given the relatively recent development of building codes and guidelines to make hospitals safe from disasters, this article explores the obstacles to increase the safety of hospitals considering their construction period. Therefore, age and floor space ratio were used as indicators to analyze hospitals that are currently under process of certification in the Safe Hospital program in Mexico. It is observed that only a minority of hospitals are of recent construction and most of these hospitals are subject to a constant physical expansion. Therefore, an Observatory is proposed to identify vulnerabilities associated with age and gradual reduction of open space. This would be useful to evaluate the feasibility of receiving a large number of patients after a mass casualty disaster.

Keywords: safety, risk, health, construction, Observatory.

INTRODUCCIÓN

Las afectaciones a hospitales causados por desastres en México no son un tema reciente. Desde hace más de 30 años esta discusión comenzó a tomar forma a partir del gran terremoto de 1985 en la Ciudad de México y desde entonces el tema no ha dejado de ser preocupación, dada la intermitente y desafortunada ocurrencia de otros desastres en hospitales en los últimos años, como la explosión de un hospital materno infantil en Cuajimalpa, Ciudad de México, a inicios de 2015, causada por la fuga de gas de una pipa o las constantes inundaciones de hospitales a lo largo del país, sobre todo en época de lluvias y huracanes.

En 2017, los sismos ocurridos en México volvieron a hacer evidente (quizá con más fuerza) la importancia y la necesidad de una visión multidisciplinaria para la comprensión y respuesta por parte del sector salud en casos de desastre. El colapso y daño de algunos hospitales (sobre todo en los estados de Oaxaca y Morelos) despertó muchas preguntas e inquietudes para otros campos profesionales y su corresponsabilidad, tanto en la construcción de riesgos como en el entendimiento de los mismos (figura 1).

Hospital General Dr. Ernesto Meana San Román, en el municipio de Jojutla de Juárez, Morelos, dañado por el sismo de septiembre de 2017.
Figura 1.
Hospital General Dr. Ernesto Meana San Román, en el municipio de Jojutla de Juárez, Morelos, dañado por el sismo de septiembre de 2017.
Fotografía proporcionada por Mildred Moreno-Villanueva.

Una de las inquietudes que surgen en el campo de la Arquitectura se refiere a las limitantes de un hospital para aumentar su seguridad según su antigüedad y características arquitectónicas, debido a la reciente formulación de códigos de construcción y lineamientos para hacer los hospitales seguros frente a desastres; en este artículo se hizo una revisión tanto de las visiones institucionales como académicas a nivel internacional acerca de los aspectos arquitectónicos y constructivos de un hospital sujeto a riesgos de desastre y las implicaciones que estos hallazgos tienen para el caso mexicano, ya que por su costo la vida útil de un hospital generalmente se concibe para funcionar varias décadas o acercarse al siglo.

Los primeros acuerdos internacionales para la reducción de riesgos de desastre en instalaciones de salud tienen antecedente en el Marco de Acción de Hyogo 2005-2015 (UNISDR, 2007) y en el Marco de Sendai 2015-2030 (UNISDR, 2015), que a su vez dieron continuidad a los trabajos de la Década Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN), llevada a cabo de 1990 a 1999. En dichos marcos se estableció que el reforzamiento o construcción de sanatorios más resistentes deben hacer posible que una clínica no solamente siga funcionando durante un desastre, sino que continúe haciéndolo después de ocurrido, por lo menos durante tres días, a su máxima capacidad (WHO, 2015), por lo que se hace necesaria la implementación de una serie de medidas estructurales (seguridad física) y no estructurales (de tipo organizativo), cuya existencia es susceptible de medirse a partir de un índice de seguridad hospitalaria, de la que ya hay una segunda versión.

Como consecuencia, muchos gobiernos nacionales desde finales del siglo XX e inicios del siglo XXI han estado implementando programas, leyes e instrumentos para asegurarse de que la totalidad de su infraestructura hospitalaria resista un desastre. Alcanzar esta ambiciosa pero necesaria meta no queda libre de obstáculos, sumados a la gran complejidad (estructural y organizativa) que por sí misma implica una instalación hospitalaria. Ante estos vacíos el sector académico ha emprendido, de igual forma, un importante esfuerzo de investigación reflejado en un relativamente escaso pero importante grupo de literatura sobre distintos aspectos de la seguridad hospitalaria frente a desastres. Dentro de dicha literatura se han identificado al menos seis ejes temáticos (Montejano-Castillo & Moreno-Villanueva, 2018):

a) La problematización y necesidad de implementar el programa hospital seguro

b) La aplicación general del índice de seguridad hospitalaria

c) Estrategias para la implementación de programas de emergencias en hospitales

d) Riesgo y vulnerabilidad de hospitales considerando amenazas específicas como sismos o inundaciones

e) Vacíos en la investigación sobre bioseguridad y hospitales

f) Finalmente, los hospitales ante los retos de adaptación relacionados con el cambio climático

Entre los temas citados resulta verdaderamente escasa la investigación propiamente arquitectónica sobre sanatorios seguros frente a catástrofes, y únicamente se tocan de manera tangencial las implicaciones de la arquitectura de una clínica o su edad en la reducción de riesgo. En el caso de EE. UU. se observa que para muchos nosocomios el cumplir con estándares de construcción resistente a las inundaciones es un requerimiento complejo, pues muchos fueron construidos mucho antes de que se tuvieran mapas precisos sobre la probabilidad de ocurrencia de una inundación y el mismo caso para los construidos en zonas propensas a tornados, en donde muchas unidades hospitalarias fueron construidas en las décadas de los cincuenta y los sesenta, antes de que existieran códigos y estándares para asegurar dichas edificaciones contra estas amenazas (Balbus et al., 2016). En el caso del riesgo sísmico, investigaciones sobre la vulnerabilidad en infraestructura hospitalaria en la India han revelado que de un total de 3,344 hospitales, casi 20% tienen alta probabilidad de daño ante un sismo, habiendo sido construida la mayor parte de estos edificios antes de 1950 (Rautela, Girish, & Bhupendra, 2011), lo que lleva a la pregunta: ¿Qué tan antiguos son los hospitales en México? y en esta condición: ¿Qué margen de adaptación les queda a futuro a las unidades médicas de nuestro país?

MATERIALES Y MÉTODOS

Para responder a las preguntas citadas anteriormente se partió de un listado de hospitales que, de acuerdo con la Coordinación General de Protección Civil de México, tienen prioridad para ser evaluados dentro del programa Hospital Seguro. Dicha lista es de acceso libre y se encuentra disponible en línea (Coordinación General de Protección Civil, 2011). Se compone de 201 nosocomios clasificados como de alta complejidad y alto nivel resolutivo. Se les denomina hospitales "rojos", según los colores del semáforo; es decir, son las unidades médicas que en primera instancia tienen tanto los recursos humanos (mínimo cuatro especialidades) como materiales (50 camas mínimo, salas de cirugía, rayos X) para atender víctimas en una catástrofe.

De dicha lista se le dio prioridad a estados costeros mexicanos más el Distrito Federal (Ciudad de México), que son los que se encuentran en mayor riesgo por estar expuestos a amenazas debidas a fenómenos hidrometeorológicos y sísmicos. Se analizaron un total de 47 clínicas de diferentes instituciones de los siguientes estados: Baja California Norte, Baja California Sur, Durango, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Campeche, Yucatán, Tabasco y Distrito Federal (Ciudad de México). Para cada hospital se documentaron los siguientes indicadores, que a su vez fueron extraídos de la revisión bibliográfica por expresar condiciones críticas asociadas a la seguridad, como se detalla a continuación.

Año de construcción

Este dato se buscó para cada sanatorio a través de fuentes históricas y oficiales. El periodo de construcción es una variable aproximada de la tipología arquitectónica, la cual puede ser una de las razones que limiten el reforzamiento de la clínica, pues aunado a la incapacidad y costos que representan las intervenciones estructurales en los construidos antes del siglo XXI, el diseño arquitectónico de la mayoría de los erigidos en el siglo XX ha sido considerado un periodo de clínicas de grandes dimensiones, edificadas principalmente en las décadas de los sesenta y los setenta, lo que puede representar una limitante física para la adaptación a riesgos, en contraposición a las características que deberían tener los del presente siglo, como flexibilidad, tendencia a la disminución de ingreso hospitalario, reducción del número de camas, cirugía mayor ambulatoria, y hospitalización a domicilio, entre otros, que marcan un cambio hacia nosocomios abiertos (Loyo-Varela & Díaz-Chazaro, 2009).

Coeficiente de ocupación de suelo

El coeficiente de ocupación es la división entre la superficie construida en planta baja y la superficie libre de construcción (espacio abierto) que se obtuvo a partir de medir imágenes de satélite para varios años de Google Earth (2001 a 2019). Es decir, a partir de fotografías de diferentes periodos se fueron contabilizando las superficies de los espacios que se fueron construyendo gradualmente en cada clínica en el tiempo y la sumatoria de esas superficies fue dividida, para cada periodo, entre la superficie total del terreno, que es una constante. Se trata de otro indicador muy importante, pues los sitios abiertos en hospitales juegan un papel primordial no solamente como un recurso de valor escénico para el personal médico y para los pacientes, sino como recurso de adaptación al riesgo de catástrofe a corto y largo plazo. En este último la existencia de lugares abiertos representa un margen para el crecimiento del nosocomio para nuevos espacios que incrementen tanto su capacidad de atención como la construcción de sitios especiales para la atención de pacientes víctimas de un desastre. A corto plazo permiten la expansión provisional de la clínica en caso de saldo masivo de víctimas, aspecto que se contempla en la cédula de evaluación de hospital seguro para el caso de México. Los procedimientos para habilitación de espacios para aumentar la capacidad, incluyendo disponibilidad de camas adicionales, procedimientos para la expansión provisional del departamento de urgencias y otras áreas críticas; la forma y las actividades que se deben realizar en la expansión hospitalaria, como el suministro de agua potable, electricidad, desagüe, entre otros; los procedimientos para la habilitación de sitios para ubicación temporal de medicina forense, actividades específicas para el área de patología y si tiene sitio destinado para depósito de múltiples cadáveres (OPS, 2008). No contar con espacios libres dentro del nosocomio hace necesario el uso de calles, plazas o camellones para evacuar pacientes durante una calamidad (figura 2).

Ocupación provisional del camellón Álvaro Obregón para la evacuación de pacientes y personal médico durante el sismo de septiembre de 2017 en la Ciudad de México.
Figura 2.
Ocupación provisional del camellón Álvaro Obregón para la evacuación de pacientes y personal médico durante el sismo de septiembre de 2017 en la Ciudad de México.
Imagen cortesía de Lissette Wendy Moreno Villanueva.

El coeficiente de ocupación expresa la capacidad de expansión en caso de emergencia para recibir saldos masivos de víctimas, pues depende de las áreas libres de que se disponga en el edificio. Una vez obtenidos el año aproximado de construcción y el coeficiente de ocupación para la muestra de hospitales se correlacionaron en una gráfica con los siguientes resultados.

RESULTADOS

Al observar la sucesión de imágenes para cada sanatorio se encontró que la historia de su edificación está llena de un ir y venir de planes, reconstrucciones y modificaciones que ni es simple ni lineal, pues cada una de estas intervenciones depende de muchos factores políticos, administrativos, históricos y económicos. Lo evidente es que prácticamente todos tuvieron una constante adición de espacios; es decir, no son objetos terminados, están en constante expansión y transformación. A manera de ejemplo, el Hospital General Agustín O'Horán, en Mérida, Yucatán, México (figura 3), construido en la década de los setenta del siglo pasado, afectado por el huracán Gilberto en 1988. A la fecha se le continúan haciendo adiciones (figura 4). Por medio de imágenes de satélite se muestra el crecimiento ocurrido entre 2002 (con un coeficiente de ocupación del terreno de 31%) y 2015 (con un coeficiente de ocupación de 56%). Es decir, en el transcurso de casi 15 años el hospital se expandió casi el doble en el terreno (tabla 1).

Tabla 1
Expansión del Hospital General Agustín O'Horán, Mérida, Yucatán
Expansión del Hospital General Agustín O'Horán, Mérida, Yucatán
Elaboración propia a partir de imágenes de Google Earth.Nota: La superficie total del terreno es de 28,497.51 m2.

Se encontró que los sanatorios tienen una antigüedad de entre 9 y 76 años, con una antigüedad promedio de 41 años (tabla 2). Solamente se identificaron dos construidos antes de 1900, que son el Hospital General (1789) y el Hospital Civil de Guadalajara (1783), los cuales se omitieron del análisis estadístico por considerarse casos especiales. Por su antigüedad se consideran patrimonio arquitectónico, e instituciones como el INAH han restringido su modificación. En cuanto a los erigidos en el siglo XX, algunos han sido clasificados como Patrimonio del siglo XX, como el Hospital Siglo XXI, por contener las obras del muralista Diego Rivera. Fue reconstruido después del sismo de 1985, prácticamente no ha sido ampliado y ha conservado las áreas libres.

Hospital General Agustín O'Horán, Mérida, Yucatán, México.
Figura 3.
Hospital General Agustín O'Horán, Mérida, Yucatán, México.
Fotografía tomada de Google Earth (s. f.).

Expansión del Hospital General Agustín O'Horán, Mérida, Yucatán, México, 2005-2015.
Figura 4.
Expansión del Hospital General Agustín O'Horán, Mérida, Yucatán, México, 2005-2015.
Elaboración propia a partir de imágenes de Google Earth de fechas que permitieron medir la superficie de cada espacio adicionado con el tiempo.

Ejemplos de hospitales de alta complejidad y alto nivel resolutivo según porcentaje de área ocupada de su terreno.
Figura 5.
Ejemplos de hospitales de alta complejidad y alto nivel resolutivo según porcentaje de área ocupada de su terreno.
Elaboración propia a partir de Google Earth.

Estadísticamente se observa una clara tendencia a perder área libre del terreno a lo largo del tiempo (figura 5). Al correlacionar el año de construcción (eje de las X) con el porcentaje de área construida con respecto al terreno (eje de las Y) se pueden distinguir dos grupos de sanatorios; uno construido hasta 1980, donde el porcentaje de área construida oscila entre 40% y 90%, y uno erigido después de 1980, con porcentajes de área construida entre 15% y 50%.

DISCUSIÓN

Una de las preguntas evidentes es: ¿Qué opciones quedan si se está registrando que la mayoría de los nosocomios mexicanos tienen tantos años edificados y pierden constantemente sus áreas libres?

Desde sus primeras versiones, las herramientas para hacerlos seguros contra catástrofes consideraban de gran importancia los ya construidos. Se reconocía que el reto mayor era reforzar estructuralmente las instalaciones de salud que ya existían, pues aproximadamente 50% en Latinoamérica y el Caribe estaban ubicados en zonas de alto riesgo (OPS, 1996). Por tanto, la reducción de la vulnerabilidad no estructural como la protección de equipos y suministros, mejoramiento de anclajes y la planificación para emergencias se planteaba como la única opción para ese tipo de hospitales, pues representaba una inversión mínima de capital (OPS, 1996).

Por otra parte, en los citados documentos se estipulaba que en casos de necesidad el criterio para decidir sobre la pertinencia de un reforzamiento debía basarse en la relación costo/efectividad en función del riesgo aceptable e, incluso, considerando que los existentes difícilmente cumplirían con las nuevas normas de seguridad. Estaba previsto que la certificación estaría dividida en dos tipos: a) certificación de los que cumplieran todos los criterios (estructurales, no estructurales y organizativos) y b) el reconocimiento de los esfuerzos que se realizarían para cumplir con al menos los dos últimos criterios (Zeballos, 1993). En otras palabras, las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para hacerlos seguros contra desastres, evidentemente variará en función de la antigüedad. Los esfuerzos para reforzar la seguridad para los hospitales con más de 40 años de vida útil deberán enfocarse en aspectos no estructurales, con pocas opciones de expansión en caso de emergencia, mientras que para el resto –no saturados-, aún tienen oportunidad de adaptar incluso sus nuevos espacios a los requerimientos de seguridad y posible expansión provisional en caso de catástrofe (tabla 3).

Tabla 2
Hospitales de alta complejidad y alto nivel resolutivo en México según año de construcción (muestra)
Hospitales de alta complejidad y alto nivel resolutivo en México según año de construcción (muestra)
Nota: Elaboración propia a partir de Coordinación General de Protección Civil (2011).

Tabla 3
Fortalezas, oportunidades y amenazas (FODA) para la adaptación de medidas de seguridad para hospitales con menos de 40 años de antigüedad
Fortalezas, oportunidades y amenazas (FODA) para la adaptación de medidas de seguridad para hospitales con menos de 40 años de antigüedad
Nota: Elaboración propia.

CONCLUSIONES

Para los sanatorios de reciente construcción, un plan de ampliación a futuro o una perspectiva de crecimiento son imperativos. Por otra parte, ante el poco presupuesto para construir hospitales nuevos, un análisis más detallado de las lógicas de crecimiento de sanatorios podría dar pautas para la anticipación y previsión de crecimiento para evitar la improvisación constructiva y la pérdida de áreas libres para la expansión emergente del hospital en caso de un saldo masivo de víctimas.

A partir de los sucesos ocurridos en México un proyecto de monitoreo o incluso un Observatorio de Hospitales Seguros contra desastres podría ser un insumo y una plataforma de investigación que permitiría una mejor toma de decisiones en cuanto al mejoramiento o sustitución de infraestructura hospitalaria, programación de presupuesto y una estimación de la vulnerabilidad de las regiones más propensas a catástrofes en México. Para esta vigilancia se podrían añadir otras características como la certificación "Hospital Seguro" por ciudad y estado, el año de la misma, sanatorios reemplazados, y los que han sufrido daños por desastres. Dicho monitoreo debería ser de carácter público y esta información se podría vincular con la de otros observatorios para tener con ello un mayor conocimiento en la toma de decisiones en cuanto a las unidades médicas y su respuesta ante situaciones de desastre. Finalmente, se demuestra que ni las herramientas tecnológicas ni la inversión requerida para lograr un acercamiento al panorama general de la infraestructura hospitalaria del país tienen que ser costosas, pues la información para la metodología mostrada en este artículo es de carácter público, lo que facilita realizar este análisis para todo el territorio nacional.

Agradecimientos

Los autores desean agradecer a los arquitectos Adriana Jiménez Leyva, Francisco Javier Pérez Madrigal y Ana Patricia Alonso Contreras por su colaboración en la búsqueda de información y análisis de hospitales. Este artículo es un subproducto del proyecto de investigación IPN SIP 20144135, financiado por la Secretaría de Investigación y Posgrado del Instituto Politécnico Nacional.

REFERENCIAS

Balbus, J., Berry, P., Brettle, M., Jagnarine-Azan, S., Soares, A., Ugarte, C., Varangu, L., & Prats, E. V. (2016). Enhancing the sustainability and climate resiliency of health care facilities: A comparison of initiatives and toolkits. Revista Panamericana de Salud Pública, 40 (3), 174-180.

Coordinación General de Protección Civil. (2011). Universo de hospitales clasificados como de alta complejidad y alto nivel resolutivo (rojos) con corte al 31 de diciembre de 2011 programa hospital seguro [Tabla en pdf]. Recuperado de www.proteccioncivil.gob.mx/work/models/ProteccionCivil/ Resource/59/2/images/lhcr.pdf

Google Earth. (s. f.). Hospital General Agustín O'Horan, Mérida, Yucatán, México [Fotografía aérea]. Recuperada de earth.google.com

Loyo-Varela, M., & Díaz-Chazaro, H. (2009). Hospitales en México. Cirugía y Cirujanos, 77(6), 497-504.

Montejano-Castillo, M., & Moreno-Villanueva, M. (2018). Hospitals safe from disasters: A glimpse into the Mexican coastal zones. International Journal of Safety & Security Engineering, 8(2), 329-341.

Organización Panamericana de la Salud. (1996). Conferencia internacional sobre mitigación de desastres en instalaciones de salud. Recomendaciones. Washington, D. C., EE. UU: Oficina Sanitaria Panamericana-Oficina Regional de la OMS. Recuperado de http://helid.digicollection.org/en/d/J063s/4. html

_______(2008). Lista de verificación de hospitales seguros [Formato en pdf]. Recuperado de https://www.gob.mx/cms/ uploads/attachment/file/58617/hs_06.pdf

Rautela, P., Girish, C. J., & Bhupendra, B. (2011). Seismic vulnerability of the health infrastructure in the Himalayan township of Mussoorie, Uttarakhand, India. International Journal of Disaster Resilience in the Built Environment, 2(3), 200-209. doi: 10.1108/17595901111167088

United Nations International Strategy for Disaster Reduction. (2007). Hyogo Framework for Action 2005-2015: Building the resilience of nations and communities to disasters. Geneva, Switzerland: UNISDR.

_______(2015). Sendai framework for disaster risk reduction 2015–2030. Geneva, Switzerland: UNISDR.

World Health Organization. (2015). Hospital safety index: Guide for evaluators (2nd. ed.). Geneva, Switzerland: WHO.

Zeballos, J. L. (1993). Effects of natural disasters on the health infrastructure: Lessons from a medical perspective. Bulletin of the Pan American Health Organization, 27(4), 389-396.

Notas de autor

mmonteja-noc@ipn.mx

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