Reseña de Stern (2022) El cuenco vacío: Aportaciones de un psicoanalista al estudio del buddhadhrma
Review of Stern (2022) El cuenco vacío: Aportaciones de un psicoanalista al estudio del buddhadhrma
JOSÉ CARLOS PALACIOS MONTOYA
Stern, Sergio (2022).
El cuenco vacío: Aportaciones de un psicoanalista al estudio del buddhadharma.
Gedisa.
En palabras del propio Sergio Stern, su principal aportación con el libro, es señalar que el buddhadharma no es una solución mágica a todos los problemas de la humanidad. Con dicho señalamiento no demerita para nada la práctica, simplemente la sitúa en el mundo. Abordar un campo de estudio de carácter espiritual desde su perspectiva de psicoanalista le permite criticar y puntualizar una ilusión, la de la solución final y definitiva al sufrimiento, la completud. El prólogo, de la pluma de Oleg Gorfinkel hace una introducción fundamental para tomar perspectiva en la lectura. La invitación a entender la práctica meditativa como un dispositivo que posibilita vivir, recibir la vida con sus dulzuras, amarguras y sabores mixtos. Ese pre-texto ya anuncia la desilusión, sugiere una forma de leer en la que los afectos no queden de lado.
En la presente reseña critica señalo la pertinencia de la aportación del autor a los estudios de la doctrina budista. Así mismo señalo los aspectos del libro que permiten hacer un análisis crítico de las implementaciones, usos e incluso abusos que se hacen por parte de las disciplinas psi. El texto no aporta una solución o guía definitiva de la relación entre las disciplinas psi y el budismo, pero quizá aporta algo mejor: preguntas, inquietudes y curiosidad. Por otra parte, cabe señalar, el texto de Stern no es un manifiesto crítico, diría más bien que es una experiencia de lectura en la que resuenan la compasión, la ecuanimidad, la sabiduría y el amor, con todas las mieles y amarguras que esto implica. Por una parte tenemos material basto para quienes nos interesa el estudio del buddhadharma y por otra una oportunidad para conmovernos con lo que bien podría entenderse como una autoetnografía (Bénard, 2019).
El texto tiene un carácter contextual y señala lo que vivimos hoy en día: noticias falsas, multiplicidad de voces y post-verdad. En una época tan parecida a la caída de la torre de Babel ¿qué puede un texto? (no sabemos lo que puede un texto). Stern, propone recuperar y retomar la multiplicidad de voces sin caer en el relativismo absoluto pero tampoco en el dogmatismo. Es una empresa compleja que el autor va confeccionando a fuerza de dejar en claro un mínimo de principios de los que parte y desde los cuales analiza la realidad del sufrimiento humano, histórico, individual/colectivo. El apoyo para dicha empresa le viene de un trípode conformado por el budismo, el judaísmo y el psicoanálisis. Extraña combinación quizá pero a juzgar por el listado de referentes que nos presenta el libro es una combinación posible y no poco frecuente. Stern nos plantea que el psicoanálisis le ayuda a curarse del ideal e idealización en las tradiciones espirituales. El budismo, por otra parte, le pone en perspectiva la vida en el mundo, con la metáfora de Buda (Hahn, 2020) tocando el suelo, afianzándose en la tierra. Finalmente, el judaísmo le presta una tradición que remite a un linaje tanto como a una deidad, algo más grande, misterioso e inconmensurable.
Conforme avanza el texto vemos que de manera muy similar al real imaginario y simbólico de Lacan (1953), el budismo, judaísmo y psicoanálisis del autor se conectan, guardan continuidad y a la vez se distinguen. El trípode mencionado permite al autor sostener una postura equilibrada entre los totalitarismos de lo más laxo y lo más rígido. En un gesto generoso, cabe decir, el autor presta al lector ese andamiaje de apoyo, explícita e implícitamente nos recuerda que el texto es muy personal y que lo que en él se produce tiene la vocación de ser algo para compartir y para incidir justo en esa confusión de voces. Con un gesto distinto a la beligerancia y la crítica encarnizada para quien no piense o concuerde con lo que el autor plantea. A continuación presento algunas observaciones a manera de diálogo crítico con el autor.
Budismo y psicoanálisis ¿un caso más de apropiación cultural?
Como lo hemos señalado, en un texto anterior referente a la apropiación cultural del budismo por parte de las disciplinas psi de occidente resulta muy llamativo cómo comenzó a implementarse el mindfulness y la ‘‘psicología budista’’ (Palacios, 2023). Resulta que Estados Unidos invade con toda una justificación ideológica Vietnam. El resultado fue terrible tanto para los norteamericanos como para los vietnamitas, aunque es bien sabido que esta fue una derrota difícil de reconocer para los Estados Unidos. Luego de esa guerra se comenzaron a diseñar e implementar protocolos de intervención para un padecimiento particularmente presente en los veteranos de guerra, de esa guerra en particular. Los tratamientos para el trastorno de estrés postraumático basados en mindfulness tienen un estrecho vínculo con la guerra de Vietnam y sus consecuencias. Hay un fenómeno de apropiación cultural, el país invadido el territorio invadido, aunado a otros territorios azotados por las guerras brindan la materia prima para una psicología basada en las prácticas espirituales de dichos territorios. ¿Es entonces el caso del cuenco vacío una continuación de ese saqueo o apropiación? Decimos que no, en primer lugar por que el autor no sigue esa tradición, de los protocolos de mindfulness, aunque si la tradición híbrida conformada principalmente en California.
El saqueo, en forma de mindful todo, de zen todo, de marca para lucrar, existe dentro y fuera del campo psi, principalmente norteamericano. Esto, al ser diseccionado nos impele a distinguir matices. Hay trabajo científico, hay dedicación al estudio del tema del budismo dentro de la academia y prácticas clínicas actuales. Otro matiz importante, la apropiación cultural no es intrínsecamente un abuso, un acto deliberado dirigido a dañar a una cultura. La mixtura cultural ha dado lugar a grandes desarrollos en las ciencias, las artes e incluso es una forma de pensar en la impermanencia, en la insustancialidad, una forma de ver la vida como es, interconectada. Las culturas son en parte una ficción, una forma de expresar fronteras, son identidades que pueden caer fácilmente en la rigidez y el fanatismo. La inmersión cultural presente en el libro muestra la posibilidad de la hibridación entre el psicoanálisis y el budismo, destacando también los puntos en los que no se mezclan, las divergencias entre ambos. En el caso del libro vemos entonces un proceso de hacer propio lo otro, no en el sentido de propiedad privada, sino de estar en pro, de ser parte de uno y uno parte de eso, lo otro.
Sobre el valor del testimonio y la perspectiva de la primera persona
¿Es relevante que el autor nos cuente su trayectoria en el estudio del buddhadharma? Al ser una trayectoria singular, subjetiva, privilegiada incluso, puede cuestionarse el valor de lo que aporta. Puede cuestionarse desde los valores del utilitarismo, la automatización y la generalización, la objetividad incluso. Ese no es el caso en el texto de Stern, situándonos en el momento histórico que vivimos podemos valorar justo por no ser objetivista, generalizante, útil per se o libre de condiciones favorecidas. Hablar en primera persona, desde la experiencia propia produce, como en el caso de las autoetnografías o biografías, la experiencia de inmersión en un mundo diferente pero curiosamente con muchas similitudes con el mundo propio. Aun cuando dichas similitudes son poco probables, la singularidad invita al cuestionamiento, a tomar también la perspectiva de la primera persona. Hacer una escritura de sí y una lectura de sí tiene el mérito de recibir en el papel y la consciencia, incluso lo más inaceptable. Se corre el riesgo de encontrar lo más extraño en lo más íntimo, de vernos desprovistos de la razón, la objetividad y la completud de la identidad. Acorde con la temática y con uno de los puntos más extensamente expuestos por el autor, escribir en primera persona, a modo testimonial no deja fuera la maleza, que en realidad es siempre parte del jardín la vida. Incluso yendo un poco más lejos, retomar lo aparentemente irrelevante, incorrecto, demasiado singular, lleva a quien escribe a una forma de veracidad digna de discutirse por sus implicaciones epistemológicas, éticas y políticas.
Guiños a una filosofía práctica
En reiteradas ocasiones a lo largo del texto el autor hace referencia no sólo a Pierre Adot, sino a varios autores que podemos ubicar en el ámbito de la filosofía práctica, una filosofía de ejercicios, que nos remiten al cómo vivir una vida que valga la pena. Spinoza, Nietzsche, Kierkegaard, Buber y varios más se acompañan de la voz de rabinos, bodhisattvas, psicoanalistas y artistas. Los elementos en común hilan un relato sobre el sufrimiento inherente a la existencia y sobre todo a un saber hacer con ese sufrimiento. Ese saber hacer con el sufrimiento lejos de remitir a una serie de pasos a seguir para obtener un resultado infalible. Se presentan más bien como una constelación de acciones, actitudes, herramientas incluso, mismas que cada quien ha de ver cómo acomodar en su vida. La constelación se conecta mediante los tres ejes del libro y sobre todo en una exploración tanto del buddha dharma.
Cobra particular relevancia la manera en que se presenta el camino al despertar de el mismo Siddharta Gautama. La lectura quizá un tanto herética (enhorabuena por la herejía) por parte del autor sugiere símiles y otras comparaciones y relaciones entre el proceso de conocimiento y aceptación de un psicoanálisis y el despertar del Budha Siddhartha Gautama. La configuración de esa ficción tiene la estructura de un ejemplo de vida, un ejemplo de camino. En este ejemplo se insertan tanto las cuatro nobles verdades, como las nociones freudianas, lacanianas y winnicotianas de lo que implica un viaje de reconocimiento de lo que uno es. La sugerencia, muy reiterada en el libro, es aceptar lo que es, lo que hay, lo que acontece, que lo que ha de asociarse se asocie libremente, que lo que ha de separarse se separé. Las nociones de la impermanencia, la pérdida y la falta se hacen presentes en el relato y generan una experiencia ineludible, su presencia en el relato afecta. No se puede escribir respecto a una vida filosófica sin afectar, sin tocar los botones de la angustia, la duda, tristezas y alegrías profundas.
La escritura como ejercicio de generosidad y activismo
Desde cierto punto de vista se pueden interpretar la inquietud y la práctica espiritual como prácticas egoístas o auto centradas. Otro aspecto destacable del texto presentado por Stern es que no deja de lado ni el budismo socialmente comprometido, ni el señalamiento de las desigualdades de género. Por otra parte el abordaje de las desigualdades económicas y raciales es menos mencionado aunque no se encuentra ausente. Puede incluso entenderse la sugerencia de observar el momento presente y aceptarlo como una invitación a la quietud o la indiferencia. Pero el texto tiene el atino de distinguir tanto las vías de acción individuales como colectivas y situar la atención al presente no como una forma de justificar las causas del sufrimiento social, sino como una forma de no dejar de verlas, de no desviar la atención. El bypass espiritual, enfocarse en prácticas espirituales como forma de no atender los propios problemas o los del contexto es descrito puntualmente por el autor. Habrá acaso en esto que insistir en que ese bypass también puede ser el del activismo, volcar las energías en la solución de un problema estructural como forma de no atender lo que sucede de manera individual.
Inquietudes después de la lectura
Leer el cuenco vacío puede dejar algunas inquietudes, según el ánimo del lector claro, pero de entrada algunas de estas inquietudes tanto en lo intelectual como en lo afectivo. En el plano intelectual queda la duda de si se puede poner en un mismo saco todo el budha dharma. Hay muchísimas vertientes del budismo, que dependiendo de tradiciones historias y territorios adoptan perspectivas distintas de la práctica budista. En el caso del Zen incluso se ha señalado que no es estrictamente budista, el término budismo zen, incluso en el orden de la escritura señala que es el budismo el que adquiere la configuración zen. Estas diferencias entre los budismos implican que no se pueden comparar como corpus unitarios budismo y psicoanálisis, incluso porque en psicoanálisis hay una diversidad amplia de aproximaciones. Cabe, a partir de esto, aclarar que el autor realiza entonces una aproximación a algunos autores, algunos temas y elementos de tradiciones influidas, e incluso que se identifican a sí mismos como budistas. Esto para nada demerita su aproximación, por el contrario nos sitúa ante el texto como uno que no es total, no es la guía última del budismo vista a la luz del psicoanálisis. lo que nos queda del texto es entonces una experiencia muy personal ampliamente sustentada con la experiencia y propuestas de otros autores. Es justo la dimensión de experiencia personal lo que deja las inquietudes afectivas. El autor no tiene empacho en hablar del sufrimiento que se transmite de generación en generación, el del genocidio judio en su caso. Tampoco se detiene en hablar sobre las dificultades de afrontar la crianza de una hija adolescente o reconocer sus aprensiones, ansiedades e incluso melancolías. Esto convoca al lector, hace eco justo en estas mismas dimensiones de su vida, en los propios dolores. La insistencia en no dejar de ver la maleza en el jardín. Para concluir diré que el libro es en muchos sentidos un cuenco vacío. La forma en que usa la expresión el autor lo dejaré en suspenso, ya lo sabrán quiénes lean el libro.
Referencias
Bénard Calva, S. M. (Ed.) (2019). Autoetnografía. Una metodología cualitativa. Universidad Autónoma de Aguascalientes. https://editorial.uaa.mx/docs/autoetnografia2.pdf
Hạnh, T. N. (2020, 22 de septiembre). Los Tres Toques de la Tierra. Plum Village. https://plumvillage.org/es/articles/los-tres-toques-de-la-tierra
Lacan, J. (1953/2007). Lo simbólico, lo imaginario y lo real. En De los nombres del padre (pp. 11–64). Paidós.
Palacios, J. C. (2023). Psicología ¿con conciencia plena? En S. Hernandez (Ed.), La psicología contra sí misma (pp. 352-364). El diván negro.
Acerca del autor
José Carlos Palacios Montoya (josecarlogos8705@gmail.com) es Doctor en psicología por la Universidad de Guadalajara (México) Sus líneas de investigación son el cuidado de la salud y la intervención psicosocial con personas que cursan una enfermedad enfermedad crónica así como con adultos mayores. Candidato SNI. Actualmente realiza una estancia posdoctoral en la Universidad Autónoma de Aguascalientes. (ORCID 0000-0002-7854-4441).
Cómo citar este artículo
Palacios, J.C. (2023). Reseña de Stern (2022) El cuenco vacío: Aportaciones de un psicoanalista al estudio del buddhadhrma. Caleidoscopio - Revista Semestral de Ciencias Sociales y Humanidades, 27(49). https://doi.org/10.33064/49crscsh4765
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