La Transición Educación-Mercado de trabajo desde la Teoría Cognitivo Social: revisión conceptual e investigación contemporánea


The Education-Labor Market Transition from Social Cognitive Theory: conceptual review and contemporary research




FRANCISCO JAVIER RUVALCABA-COYASO

Universidad Autónoma de Aguascalientes, México




Resumen

El objetivo del artículo, es llevar a cabo una revisión y análisis conceptual de la transición que se presenta en jóvenes adultos, del escenario académico al mercado de trabajo. La propuesta del artículo es acercarse a las conceptualizaciones del fenómeno y particularmente del papel que ha ocupado la Teoría Cognitivo Social de Bandura. La atención en ésta Teoría, se debe a su consistencia y robustez a la hora de explicar la relación entre rasgos cognitivo sociales e incorporación laboral. La transición educación-mercado de trabajo, demanda la puesta en marcha de habilidades que la faciliten: la autoeficacia percibida, las expectativas y autoevaluaciones, en el plano cognitivo, son variables explicativas de éxito o fracaso en la incorporación laboral. En el plano social, habilidades como la socialización anticipatoria, la adopción de un rol y el capital social relacional, se asocian también con la incorporación laboral. Se lleva a cabo un análisis de los factores condicionantes de carácter social implicados en el proceso de transición educación-mercado de trabajo, una revisión conceptual del concepto transición, y una revisión conceptual de la Teoría Cognitivo Social y las aplicaciones en el campo de la investigación.

Palabras clave: Teoría cognitivo social; transición de la escuela al trabajo; incorporación laboral.




Abstract

The objective of the article is to carry out a review and conceptual analysis of the transition of young adults from the academic scenario to the labor market. The proposal of the article is to approach the conceptualizations of the phenomenon and particularly the role played by Bandura's Social Cognitive Theory, which has Bandura as its main exponent. The focus on this theory is due to its consistency and robustness in explaining the relationship between social cognitive traits and labor market incorporation. The education-labor market transition demands the implementation of skills that facilitate it: perceived self-efficacy, expectations and self-evaluations, on the cognitive level, are explanatory variables of success or failure in labor market incorporation. On the social level, skills such as anticipatory socialization, the adoption of a role and relational social capital are also associated with labor market incorporation, since the education-labor market transition involves both cognitive and social factors. Regarding the former, we can cite perceived self-efficacy, expectations and self-evaluations, all of which refer to the confrontation with the labor market. Regarding the social components, anticipatory socialization, relational social capital and the implementation of the new role can be considered. An analysis of the social conditioning factors involved in the education-labor market transition process, a conceptual review of the transition concept, and a conceptual review of the Social Cognitive Theory and its applications in the field of research are carried out.

Keywords: Social cognitive theory; school to work transition; labor incorporation.









La culminación de la educación superior en México, como en muchos países, tiene importantes implicaciones, pues generalmente coincide con la edad en que el adulto joven se encuentra en condiciones legales para trabajar. En algunos casos, la terminación de los estudios superiores implica dejar el hogar y el sustento familiar para independizarse (Schoon y Lyons-Amos, 2017; Van der Velde, Feij y Taris, 1995; Kim, Hyun Lee, Ha, Kwon Lee, Min Lee, 2015), aunque en general y considerando el contexto mexicano, la disyuntiva para los recién graduados está en continuar hacia los estudios de posgrado, o bien buscar un empleo para incorporarse al mercado de trabajo.

El desempleo también podría presentarse, aunque se considera más bien una consecuencia de no tener éxito en ésta segunda opción de incorporarse al mercado de trabajo. Es posible incluso que la transición de la educación formal, al mercado de trabajo, se presente de forma demandante para el egresado y esto conlleve problemas de salud física y mental (Reuter, Herke, Richter, Diehl, Hoffmann, Pischke y Dragano, 2022; Parola, Marcionetti, Sica y Donsì, 2022).

De acuerdo a Pinquart, Juang y Silbereisen (2003), la exitosa transición de la educación superior al mercado de trabajo, es fundamental, pues predice en buena medida el adecuado desarrollo profesional: en tanto ésta presenta mayores dificultades, deben buscarse en factores de orden personal que puedan sanear o resolver la situación. La transición de la educación superior al mercado de trabajo es por ello relevante, pues hay que considerar factores personales, familiares, de contexto y situación económica del momento histórico. Es debido a esta diversidad de factores, que disciplinas como la Psicología, la Sociología, la Comunicación, la Economía o la Antropología Social pueden aportar conocimientos y estrategias de investigación, para explicar la transición educación-escuela, desde sus métodos y teorías (Blustein, 1999).

Cabe señalar que la transición puede presentar también dificultades, que pueden asociarse a factores de contexto que no necesariamente resultan positivos como los mercados segmentados de trabajo referidos por Rosenbaun, Kariya, Settersten y Maier (1990) o en términos de lo que Packard, Leach, Ruiz, Nelson y DiCocco (2012) y Okolie, (2022) definen como escenario socioeconómico. Packard et al (2012), ilustran la forma en que las condiciones socioeconómicas pueden ser un factor determinante para que los adultos jóvenes continúen estudios universitarios, o bien se incorporen al mercado de trabajo.

La transición al mercado de trabajo está asociado también a las características que tenga la organización y a las demandas específicas que tengan los puestos de trabajo (Jimenez Vázquez, 2009). Al estudio multifactorial de la transición escuela-mercado de trabajo, es necesario incorporar la investigación con habilidades, conocimientos, competencias y aptitudes del adulto joven como elemento central para su incorporación al mercado de trabajo (Climent Bonilla, 2010), así como aquellos rasgos que la Psicología describe como personalidad (Díaz-Morales y Sánchez-López, 2001).

Cuando se pretende estudiar la transición de la educación superior al mercado de trabajo en adultos jóvenes, y llevar a cabo un análisis de su trayectoria inicial, resulta adecuado hacerlo no sólo desde los determinantes de contexto sino considerando las habilidades cognitivas y sociales que el egresado posee.

Con el análisis integral de las variables implicadas en la transición escuela-trabajo, se tiene una visión contextual, por ejemplo de los mercados segmentados, de los escenarios socioeconómicos, u organizacionales pero también y sobre todo, a través de la propia persona, del adulto joven, en relación a lo que a éste le atañe, como el capital social, las habilidades y destrezas sociocognitivas y la agencia que éste posee para la búsqueda de trabajo (Hitlin y Kirkpatrick Johnson, 2015). De esta manera, puede atenderse tanto a los factores de orden socio económico, como a los aspectos de orden psicológico y relacional que pueden favorecer la comprensión del fenómeno de una forma holística (Blustein, 1999).

El estudio de la transición e incorporación laboral ha sido de interés desde los 90, debido a los cambios en materia económica que se vivieron entonces en prácticamente todas las economías del mundo. Los niveles de desempleo fueron elevados a pesar de que los egresados siguieron su curso normal, es decir, continuaron graduándose independientemente de las demandas profesionales reales. Teichler (2006) y Salas Velasco (2007), llevan a cabo un minucioso análisis de la situación en esa década en Europa, y lo hacen en la recta final de la misma, por lo que ofrecen datos de referencia para comprender la naciente preocupación por los temas de inserción, permanencia y separación del trabajo. De acuerdo a ambos autores, la preocupación por asuntos de empleo, se reflejó en la incorporación del tema en la agenda de organismos internacionales: OECD (la Organización para la Cooperación, la Economía y el Desarrollo), UNESCO, CRE (Asociación de Universidades Europeas), entre otros.

Transición educación-mercado de trabajo: acercamiento conceptual

La finalización de estudios a nivel medio superior y superior, y la incorporación al mundo del trabajo, puede ser referido de diferentes formas: cuando se refiere a la terminación de estudios a nivel medio superior, sin intención de continuar hacia la educación superior, e ir directamente al mercado de trabajo, se utiliza el concepto school-to-work (Nurmi y Salmela-Aro, 2002; Jallade, 1985; Tilbury, Creed, Buys y Crawford, 2011; Blustein, 1999; Lent y Worthington, 1999). La revisión de este concepto ha permitido identificar abordajes desde diferentes perspectivas teórico metodológicas, como la de Savickas (1999), y Staff y Mortimer (2008), desde una perspectiva del Desarrollo, o como la de Lent, Hackett y Brown (1999), desde la teoría Cognitivo Social.

El concepto school-to-work es utilizado para describir la transición de la educación media superior al campo laboral y generalmente es un concepto utilizado para mostrar el avance de las personas que se sitúan en la última parte de la adolescencia e inicios de la adultez, aunque también puede referirse al cambio que se presenta de la formación profesional al mercado de trabajo. Es por ello que school-to-work parece ser el punto de partida idóneo para el estudio de las transiciones y trayectorias laborales, sobre todo cuando se cuenta con una muestra de personas que ingresan y egresan de la Universidad se sitúan en éste momento del desarrollo: cuando culminan sus estudios e inician su carrera laboral en este tránsito del ciclo vital.

Además del concepto school-to-work, se han utilizado otros criterios muy similares para detallar esta realidad, aunque éstos se enfocan específicamente a la transición y la especificidad del nivel educativo (que en school-to-work consigna generalmente a la educación media superior). La polisemia conceptual es observable cuando se encuentran acercamientos teórico metodológicos diversos, entre los que podemos encontrar los que remiten a la transición de la educación superior al mercado laboral (Berggren, 2011); a la transición de la educación superior al empleo (Salas-Velasco, 2007; Teichler, 2006); o bien a la transición de la educación superior al trabajo, o higher education-to-work, concepto utilizado por Lindberg (2008).

De acuerdo a las investigaciones revisadas, aunque se utilizan conceptos diferentes (school-to-work o higher education-to-work) el fenómeno hace referencia a dos escenarios y un proceso: los escenarios son la escuela (sea de nivel medio superior o superior) y el trabajo como actividad productiva remunerada, mientras que el proceso sería la transición.

Aunque el objetivo de la investigación no es establecer los límites conceptuales entre transiciones, trayectorias, mercado de trabajo y/o mercado laboral (entre otros), sí son conceptos que habrán de utilizarse a lo largo de la misma y deberán ser puntualizados teórica y empíricamente en cada fase de la investigación; en este caso, el planteamiento inicial exige identificar el momento de la transición de la escuela al mercado de trabajo, y el seguimiento de los primeros empleos exigirá, a su vez, el uso del término trayectoria laboral.

Teoría Cognitivo Social: algunos fundamentos

La teoría cognitiva social ha tenido en Bandura (1977, 1993, 2001) a uno de sus más importantes precursores; conceptos como autoeficacia, aspiraciones y metas, han formado parte nodal en las investigaciones sobre desarrollo del adolescente y del adulto maduro (Zacarés, 2006). La configuración en el ser humano de la autoeficacia, base explicativa en términos de desarrollo para Bandura, es un proceso cognitivo, y la retroalimentación en la interacción del sujeto con el contexto inmediato es fundamental para que una respuesta o un comportamiento se mantenga: “The initial aproximations of response patterns learned observationally are further refined through self corrective adjustments based on informative feedback from performance (1977, p. 192)”. Los ajustes correctivos a los que se refiere Bandura, favorecen el arraigo y permanencia de comportamientos que le significan reforzamientos positivos al individuo.

En el concepto de autoeficacia introducido por Bandura (1977, 1993, 2001); se hace referencia a la capacidad del sujeto para dar cuenta de sus habilidades: alcances y limitaciones. Aunque el término para dar cuenta de un proceso relativamente sencillo, tenía alcances más importantes, pues permitía a la persona establecer referentes respecto a los que podía y no podía lograr. La autoeficacia se encuentra dentro de lo que se define como habilidades cognitivas, que de acuerdo a Glewwe, Huang, Parkc, (2017), se definen como los conocimientos que alguien adquiere y la habilidad para adquirir nuevos.

Esta base de habilidades cognitivas, incluida la autoeficacia en particular, permitiría a la persona, generar las estrategias necesarias para el logro ya fuera académico o como en el caso que ocupa a este texto, en lo laboral. La autoeficacia se refiere, finalmente a una sensación de confianza para manejar de la mejor manera posible estresores con nuestras capacidades (Bandura, 1977, citado por San Juan, Pérez y Bermúdez, 2000), lo cual permitiría predecir las consecuencias que tendría la ejecución de cierta acción, colocándose en un plano en el cual, entre menor sea la expectativa, menor autoeficacia presentara el individuo.

En primer término, puede observarse la autoeficacia como aquella variable basada en los juicios de las personas generando acciones organizadas para realizar acciones cuyos resultados se espera generen algún rendimiento (Bandura, 1986; citado por Pinquart, Juang y Silbereisen, 2002). Siendo entonces necesaria una sensación de confianza en las capacidades para que encarar situaciones estresantes sea más sencillo y se realice de la mejor manera posible.

De acuerdo a Bandura, un aumento de autoeficacia está asociado a una promoción de elementos tales como la motivación, cognición y afectividad. Pinquart et.al. (2003), afirman, de acuerdo a su investigación, que al presentarse niveles elevados de autoeficacia y notas educativas altas, se observa mayor satisfacción en los empleos obtenidos y un menor índice de desempleo. La investigación de Pinquart et al (2003) sobre la relación entre autoeficacia y transición laboral, llevada a cabo de forma longitudinal, tiene como variable central a la autoeficacia, sin embargo, considera otras variables mediadoras como aspiraciones laborales, motivación profesional (o de carrera), congruencia vocacional y estrés de aplicaciones. El parámetro para ver si la transición ha sido exitosa fue la empleabilidad/desempleo de los jóvenes, de esta forma se midió que tan rápido tenían un trabajo, si se ajustaba a sus aspiraciones, si estaba relacionado con su formación profesional.

Pinquart et al (2003) entienden la autoeficacia como los juicios de las personas de sus capacidades para organizar y ejecutar cursos de acción para alcanzar designados tipos de desempeño. Esta definición posee el componente cognitivo de la definición original de Bandura y bien puede definirse como autoeficacia académica o autoeficacia ocupacional. De acuerdo a los autores y dentro de los planteamientos de la teoría cognitivo social, la autoeficacia tiene efectos comportamentales en tres sentidos: a) aproximación o evitación del comportamiento; calidad del desempeño en el objetivo planteado y finalmente c) persistencia de cara hacia los obstáculos y experiencias desagradables.

Nießena, Wicht, Schoon, Lechner, (2022) y Pinquart et al (2003), llevan a cabo una investigación similar: consideran variables mediadoras como aspiraciones laborales, motivación profesional o de carrera, congruencia vocacional y estrés de aplicaciones, pueden incorporarse dentro de las discusiones de la presente investigación: el papel que juegan las aspiraciones en los procesos de inserción laboral serían fundamentales para explicar una separación precoz, o la permanencia prolongada en un puesto de trabajo.

El trabajo de Komarraju y Nadler (2013) sobre autoeficacia y logro académico también está sostenido en los presupuestos de la teoría cognitivo social. Pretenden identificar la relación entre creencias implícitas, metas y regulación del esfuerzo (variables que los autores definen como estrategias cognitivas-metacognitivas), con los logros académicos universitarios. Los autores recuperan los presupuestos de la aproximación cognitivo social y entienden al estudiante como alguien con agencia, que propone, es proactivo, auto-evaluador de su comportamiento y capaz de auto-regularse. En su conjunto, las estrategias cognitivas y meta cognitivas, son un predictor estable y robusto del éxito profesional. De acuerdo a las investigaciones referidas por Komarraju y Nadler (2013), los estudiantes con estrategias cognitivas y metacognitivas enmarcadas por la autoeficacia, obtienen más rápidamente un empleo, pues la elevada autoeficacia, permite al estudiante enfrentar las tareas y metas con mayor confianza.

La autoeficacia es considerada también como la capacidad para ejecutar ciertas tareas, contribuyendo que una persona permanezca en sus éxitos individuales y surgen por parte de las experiencias del dominio personal así como el desempeño exitoso; generando las experiencias de fracaso una disminución de la autoeficacia. (Lent, Hacker y Brown, 1999; Stremersch, Van Hoye y Van Hooft, 2021), esto genera que la autoeficacia negativa en la persona se disguste sobre actividades particulares y con apoyo de las experiencias en rendimiento se revisan aspectos propios, así como los resultados positivos y negativos involucrados; haciendo inferencias de la eficacia y los mismos resultados.

Otra forma de ver la autoeficacia es dentro del campo académico, para esto se toma la autoeficacia como parte del enfoque cognitivo social contribuyendo a la auto-evaluación y la autorregulación (Bandura, 1989), lo cual involucra que al obtener un éxito se aprovechen mejor los recursos del mismo; esto se refleja en el desempeño académico con el apoyo de las retroalimentaciones, tomando en cuenta que un alto desempeño genera mayor confianza. (Zusho, Pintrich y Coppola, 2003).

Consiguiendo que la autoeficacia puede verse reflejado en el desempeño académico, así como con la confianza que se posee cada persona (Zusho et al, 2003), siendo mayor cuando es la misma persona quien regula su entorno externo e interno con los recursos que necesita para ello.

Según la teoría cognitivo social, la autoeficacia entra en el manejo de motivación y rendimiento; sin embargo también hay inconsistencias sobre este tema. Komarraju y Ndler (2013) tomando en cuenta esta forma de ver la autoeficacia proponen una investigación con la cual se plantean como hipótesis, en que a mayor autoeficacia los estudiantes que presentan una mayor autoeficacia se ven influenciados por estrategias meta cognitivas así como los recursos con los que cuentan, resultando mayor rendimiento y una búsqueda de superación académica.

Sus resultados mostraron que aquellos que poseen una alta autoeficacia y confianza de manera académica, perciben la inteligencia como parte del esfuerzo, lo que impulsa a valorar el trabajo y busquen la superación , dándole lugar a la autoeficacia como mediador en la ejecución de estrategias meta cognitivas y recursos en el logro académico; siendo un elemento que presenta constancia en la vida para el autocontrol y comportamiento en el logro de metas propuestas, siendo posible utilizar la autoeficacia para alentar el esfuerzo de los estudiantes.

Transición de la escuela al trabajo

La teoría Cognitivo Social ha servido de marco referencial para una propuesta muy específica sobre la manera en que se da el proceso de transición de la escuela al trabajo: la Social Cognitive Career Thoery (SCCT), se caracteriza por considerar este proceso durante el todo el desarrollo de la vida escolar, es decir, no es solo un momento específico de la vida, si no que va desde la preparación hasta la ejecución de la decisión (Lent, Hackett y Brown, 1999; Lent, Brown y Hackett, 1994; Blustein, Phillips, Jobin-Davis, Finkelberg y Roarker, 1997; Fouad, 1997; Worthington y Juntantune, 1997; Brown, Lent, Telander y Tramayne, 2011; Olson, 2014)), lo que involucra una propuesta de análisis durante los años de vida escolar preparatorio para la vida laboral.

Para la transición la SCCT propone seis procesos interrelacionados hacia la transición laboral: (1) Eficacia realista, (2) desarrollo académico, (3) vínculos de intereses y metas respecto a la carrera, (4) acciones tomadas para el logro de objetivos, (5) habilidades y remediaciones tanto académicas como laboral y (6) Apoyo social y las barreras que interfieren en el desarrollo de creencias y búsqueda de ocupación.

Parece ser que en los años de secundaria es de mayor el beneficio cuando se entra al campo laboral; ya que los primeros tres procesos se reafirman en esta etapa de vida así como las nociones de la autoeficacia surgen los resultados de creencias e intereses lo que se fijará para las recompensas futuras, teniendo una constancia (Lent et al1999). En este sentido, la SCCT puede mejorar la comprensión y el apoyo ha dicho proceso utilizando tres variables: autoeficacia- resultados expectativas y objetivos. Un punto importante sobre la SCCT es que se va a dirigir el comportamiento en función a la elección de ciertos logros obtenidos, siendo este proceso una guía para la dirección escolar y laboral. (Lent et al, 1999)

Las estrategias de atribución causales del adulto, contribuyen a predecir el éxito de los jóvenes sobre su transición de la escuela al trabajo, de esta manera, en aquellos que tienden a utilizar la evitación pasiva, presentan estancamiento; los que utilizan las creencias externas pierden su trabajo de forma más rápida, mientras que las atribuciones internas de fracaso, contribuyen a que la misma persona enfrente la situación en tanto le obliga a auto evaluación con éxito dichas situaciones difíciles. Éste ejercicio es más adecuado en el ámbito académico (Määttä, Nurmi, Majava, 2002), pues contribuye a los procesos psicológicos implicados para que una planeación de las metas, genere un mejor resultado (Norem, 1989; Nurmi, 1993).

La transición a la vida profesional tiene una gran importancia e influencia en la vida de la persona debido al elemento institucional (Bynner, 1998; Grotervan, 1987), siendo los resultados de las estrategias preparatorias, fundamentales para que se presente o no, la transición al campo laboral. En cuanto a los resultados de la investigación de Määttä et al (2002) se perciben las fortalezas de dichas atribuciones a los éxitos y fracasos que se dan durante la transición. Haciendo hincapié en no generalizar dicha información debido al tiempo de interiorización de las estrategias, la transición, los instrumentos para recaudación de datos y los periodos históricos.

De acuerdo a la teoría de rol, cuando se habla de transición, se genera un efecto particular sobre las características de la persona (O Brien, 1986; West Nicholson y Arnold, 1987; West y Graziano, 1989). En este sentido, Van Der Velde, Feji y Taris (1995) encuentran que hay un cambio más en un ámbito normativo en aquellos jóvenes adultos que ingresan directamente al campo laboral atribuyéndoselo en mayor medida al medio ambiente o por otro lado a la maduración y/o envejecimiento; además de encontrar de manera inesperada cambios diferentes a los esperados cuando se realiza o no dicha transición, poniéndolo más en un ámbito positivo a diferencia de lo mencionado por Määttä et al. (2002) quienes hablaban de un estancamiento; afectando tanto de manera psicológica como en la personalidad.

Por su parte, Tilbury, Creed, Buys y Crawford, (2010) consideran que la transición al trabajo es influenciada por variables cognitivas y sociales en cuanto a la toma de decisiones; el dar una intervención sobre la preparación al trabajo en los años escolares involucra un desarrollo y cono miento sobre dicho campo (Tilbury et al, 2003). La escuela al portar una autoconocimiento sobre las habilidades que se posee contribuye en gran medida a la parte social, formando parte importante para la transición, proponiendo que un mal equipamiento lleva a un nivel de igual medida para el campo de trabajo. Siendo guiada su propuesta por la Teoría Cognitivo Social de Carrera propuesta por Lent et al. (1996), y que involucra la Teoría de la Acción Personal de Bandura (1986). La propuesta de análisis considera tres variables de acción relacionadas con la tarea: autoeficacia, aspiraciones y metas sobre la carrera y las expectativas sobre sus resultados finales.

Los resultados de Tilbury et al. (2010) mostraron que los alumnos entrevistados tienen expectativas altas sobre su inserción al campo laboral, de esta forma, lo consideran crucial para llevar a cabo el resto de sus metas a futuro. Lo que habla de ayudar a los jóvenes egresados sobre experiencias que le permitan tener un reconocimiento sobre sus aspiraciones y de logros, con el fin de lograr un aumento en su autoeficacia.

La Social Cognitive Career Theory sirve como guía para comprender los factores involucrados en la inserción al campo laboral, que por el momento está implicando cuatro puntos importantes: aumentar la satisfacciones de los jóvenes en cuanto a su carrera, contribuir que se mejoren los pasos a seguir en su carrera, tomar un enfoque multidimensional que proporcione ubicación hacia el éxito y favorecer la integración de los elementos sociales y psicológicos para el proceso, sobre todo en los primeros años de formación preparatoria.

Una explicación al retraso en esta preparación durante la formación preparatoria, se atribuye en cierta medida, a la manera en que los estudiantes se involucran en tener roles de escuela y trabajo remunerado; de lo cual se rescatan observaciones de logros en cuestión socioeconómica similares a los adultos. Sus hipótesis sobre dicho acontecimiento es que adentrarse a un trabajo le permite obtener logros socioeconómicos a largo plazo, impulsa las habilidades laborales, motivaciones, aspiraciones escolares y socioeconómicas.

Esta situación tiene presenta aspectos positivos y negativos, respecto a los primeros, puede considerarse el aporte económico, debido que en esta etapa tienden a gastar más en actividades de ocio (Lee y Staff, 2007 Marsh y Kleitman 2005; Steinberg y Dornbusch, 1991; Steinberg, Fegley y Dornbusch, 1993; Warreny Lee, 2003); agregando por su parte un beneficio de obtención de capital humano. En cuanto a los aspectos negativos, se relacionan con la baja de aportaciones a la escuela en forma de tareas o asistencias (Larson y Verman, 1999), sin embargo, estas desventajas no son tan perjudiciales para aquellos que vienen de hogares desfavorables económicamente. Relacionándolo con una investigación de Sullivan (1999) la cual involucra delincuentes de New York, muestra que estos al trabajar durante el periodo de secundaria, les condujeron a buenos empleos en la vida adulta.

Staff y Mortimer (2008) encuentran que son estos chicos que trabajan de manera estable y de manera continua, que prevalezca dicha conducta en edades posteriores y a pesar de las diferencias de clase y que son los trabajos intensivos aquellos que no aportan a ningún tipo de clase socioeconómica, encontrando incluso mayores desventajas.

Presentan dos vías sobre la dirección de trabajo que podrían elegir, las cuales involucran un beneficio mayor para unos que para otros; sobre todo al haber un equilibrio en la parte laboral y educativa:

One route involves less intensive employment during high school, followed by continued part-time empleoment and postesecondary educational investment (…) second route involves early intensive work experience during high school that is less conducive to higher educational attainment (…)

Consideraciones finales

Las investigaciones sobre la transición de las instituciones de educación al mercado de trabajo ha tenido un notable crecimiento, una de las razones podría ser el cambio que se ha presentado en la forma y diversidad de los procesos de trabajo, se ha pasado del incipiente modelo de taller familiar, al trabajo virtual de una forma vertiginosa en los últimos doscientos años. Pero no sólo ha cambiado la manera en que se trabaja, también las formas de incorporarse a esta etapa vital. En la actualidad, la diversidad en las formas de trabajo y los cambios económicos han generado demandas nuevas para quienes se encuentran en el umbral de la incorporación laboral: no sólo hay una exigencia estructural, también una demanda psicológica para los actores: la clarificación de estas demandas es fundamental para hacer, por una lado, comprensible la transición desde un punto de vista científico, y por otro lado facilitar en la medida de lo posible esta transición para los actores. Una de las estrategias más significativas en este sentido, es la puesta en marcha de estrategias como School to Work, para desarrollar habilidades cognitivas y sociales en egresados de educación media superior y superior. Lo relevante de la estrategia es que se ha estructurado desde una perspectiva teórica coherente tanto con la demanda estructural, como psicológica. La base cognitivo social ofrece variables de orden puramente psicológica y social, que atienden tanto al contexto como al actor implicado.

El acercamiento al fenómeno de la transición educación-mercado de trabajo desde la teoría cognitivo social explica en buena medida los factores implicados en ese proceso: es posible afirmar (por ejemplo) que la presencia de una mayor autoeficacia percibida favorece la inclusión más rápida en el mercado de trabajo y por contraparte, una menor desesperanza facilita la tarea de emprender en un periodo de tiempo más breve la tarea de buscar empleo. Ofrece también información respecto a las habilidades sociales en ésta tarea: la clarificación de las redes de capital y apoyo social son un ejemplo de ello.

Aunque no se abordó en el presente artículo, podría señalarse también que la teoría cognitivo social enmarcada en el interaccionismo simbólico explicaría porque algunos rasgos de orden individual tienen un significado más relevante en la búsqueda de empleo. La manera en que los actores organizan y significan el trabajo es otro de los elementos que merecen atención para futuras investigaciones.


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Acerca del autor

Francisco Javier Ruvalcaba Coyaso (javier.ruvalcaba@edu.uaa.mx) es profesor-investigador adscrito al Departamento de Psicología de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Es especialista en habilidades cognitivas y sociales para la transición educación-mercado laboral en jóvenes. (ORCID 0000-0002-0464-4271).




Recibido: 23/09/2023

Aceptado: 12/04/2024









Cómo citar este artículo

Ruvalcaba Coyaso, F. J. (2024). La Transición Educación-Mercado de trabajo desde la Teoría Cognitivo Social: revisión conceptual e investigación contemporánea. Caleidoscopio - Revista Semestral de Ciencias Sociales y Humanidades, 28(51). https://doi.org/10.33064/51crscsh4710











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