Repensar la investigación cualitativa en escenarios virtuales. Aportes y reflexiones metodológicas a partir del trabajo de campo remoto


Rethinking Qualitative Research in Virtual Stages. Methodological Contributions from Remote Field Work




LUCÍA SABIA SUÁREZ

SOLEDAD FIGUEREDO ROLLE

Universidad de la República, Uruguay




Resumen

La pandemia ha llevado a investigadores/as de todas las áreas de conocimiento a adaptar sus métodos de investigación a la distancia social. Este trabajo busca problematizar y reflexionar sobre cómo se adaptan a contextos virtuales experiencias de investigación planificadas para contextos presenciales. Esa adaptación como única forma de avanzar en el proceso de recopilación de información, suaviza los desafíos del distanciamiento social. Se busca aquí, reflexionar desde la experiencia concreta de rediseño del componente metodológico en una investigación social cualitativa en el marco de los estudios sociales agrarios. El trabajo de campo se basó en un conjunto de entrevistas virtuales mediante el uso de Zoom. El corpus empírico logrado, da pistas de que el trabajo de investigación virtual implica una serie de desafíos metodológicos. Considerando las proposiciones teóricas de Goffman sobre los procesos de interacción social, se interpretan las formas de comunicación virtual, buscando comprender desde una perspectiva microsociológica el trabajo realizado.

Palabras clave: cualitativo; e- investigación; investigación social; pandemia; Uruguay




Abstract

The pandemic context made researchers from all knowledge areas adapt their research methods to social distance. This paper problematizes the way that research experiences that were planned for face-to-face contexts are adapted to virtual contexts. This adaptation to virtuality was the only way to advance in the collection of information and continue with the research. The field work developed is based on a set of virtual interviews using the Zoom software in synchronous time. The empirical information obtained in this study makes us reflex that virtual research work is a practice that involves a series of methodological challenges. Considering some theoretical propositions of Goffman about the processes of social interaction, the new forms of virtual social communication are interpreted in a research context, to understand the work carried out from a microsociological perspective.

Keywords: qualitative; e-research; social research; pandemic; Uruguay









En este artículo nos proponemos reflexionar sobre las implicaciones del desarrollo de investigación social en el contexto de pandemia a raíz del COVID-19. Nuestro interés es poder problematizar desde la experiencia como investigadoras en el campo de las Ciencias Sociales Agrarias. Con dicho fin, recurrimos a una experiencia de investigación en curso, con una propuesta metodológica cualitativa y desde la cual realizamos entrevistas de forma remota, haciendo énfasis en el debate y los desafíos metodológicos que, ante un contexto imprevisto emergieron en el proceso de investigación.

Es importante señalar que el impensado escenario cambió de modo rotundo las condiciones de trabajo para el relevamiento de información empírica. Esto es aún más complejo si tenemos en cuenta que la investigación social cualitativa supone la presencia física de los investigadores en el campo, donde “ir hacia la gente” al decir de Taylor y Bodgan (1984) es una condición central para recoger de primera mano datos descriptivos, captados en las palabras y en las conductas de las personas vinculadas a la investigación. Para estos autores, los investigadores cualitativos buscan comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas mismas. Por lo tanto, para la investigación cualitativa es esencial experimentar la realidad tal como otros la viven y perciben. Es decir, las nuevas condiciones de trabajo se distancian de la manera “tradicional” de generar información que aprendimos en el contexto presencial y “cara a cara”. Este trabajo, pone bajo la lupa las reflexiones metodológicas emergentes de hacer trabajo de campo sin campo real, instalando contextos remotos para generar información que apuestan a la creatividad del equipo de investigación, pensando formas alternativas de estar presente sin poder estarlo físicamente.

El contexto donde se enmarca esta experiencia, generado por la pandemia de COVID-19 no fue igual para las distintas latitudes, cabe entonces hacer alusión a algunos aspectos claves sobre sus características en Uruguay, y su relación con el desarrollo de la investigación. En el desarrollo de la pandemia en el país, podemos identificar al menos tres etapas epidemiológicas. Una primera etapa, situada desde marzo 2020 hasta inicios de diciembre del mismo año, caracterizada por brotes esporádicos; la segunda etapa se ubica temporalmente desde diciembre 2020 hasta mayo 2021 y es caracterizada por la transmisión comunitaria, intensa y sostenida del virus en todo el país; y una tercera etapa desde junio 2021 a la actualidad, que ligada al plan de vacunación ha acompañado una trayectoria progresiva de la epidemia a una zona de mayor control (GACH, 2021).

En este marco, las medidas de gobierno comenzaron con un decreto de emergencia sanitaria emitido por el poder ejecutivo, con una serie de medidas de control, donde se destaca la suspensión de espectáculos públicos, aglomeraciones, clases presenciales en el sistema educativo, cierre de centros comerciales y cierre parcial de fronteras. Respecto a la ciudadanía, en general se recomendó a las personas no salir de sus casas apelando a la libertad responsable y al compromiso de la población. A su vez, la agudización de dichas medidas fueron variando de acuerdo a los escenarios epidemiológicos mencionados (MSP, 2021).

El desarrollo de la pandemia de COVID-19 así como las medidas de gobierno mencionadas condicionan nuestra experiencia como investigadoras, en los aspectos formales, en la consolidación del equipo de investigación y también en la predisposición de los sujetos de nuestra investigación a intercambiar de modo presencial ante la exhortación al aislamiento social.

Desde este marco, nos proponemos recurrir a la experiencia de equipo como investigadoras en las Ciencias Sociales Agrarias, en el marco del Proyecto de Investigación y Desarrollo “El terrateniente arrendador en Uruguay 1990-2020: estructura, racionalidad y poder económico” ejecutado con fondos concursados de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República (UdelaR), donde el equipo de investigación integrado por Oyhantçabal, Figueredo (responsables), Geymonat, Narbondo, Nuñez, y Sabia. Esta investigación inició su ejecución en abril de 2021, donde nos encontrábamos en la segunda etapa epidemiológica, en un escenario de transmisión comunitaria; por tanto, los inicios de la investigación se desarrollan en un contexto de exhortación al aislamiento social y a la no circulación. Desde la Universidad de la República, institución de referencia para este estudio, se instó a todos los servicios universitarios a aumentar el trabajo remoto y trasladar a escenarios virtuales el desarrollo de todas las actividades universitarias. A partir de una serie de comunicados oficiales de la UdelaR desde que se declaró la pandemia en adelante, se procuró especialmente extremar medidas de cuidado indicando el desarrollo de actividades presenciales solamente por razones de necesidad impostergable.

El punto de partida: diseño y adaptaciones

Este manuscrito busca reflexionar acerca de la experiencia de relevamiento de información cualitativa, realizando entrevistas de forma remota durante el transcurso de una investigación social. En este sentido, nos parece oportuno señalar la temática sobre la que versa la investigación en la que se enmarca dicha experiencia. El estudio en el cual se inscribe esta reflexión metodológica tiene como punto de partida la identificación del arrendamiento de tierra para uso agropecuario como fenómeno en expansión y el cual, la literatura científica nacional no ha abordado de forma sistemática. Así, este estudio se propone comenzar a cubrir un punto ciego en las Ciencias Sociales locales, con foco en los terratenientes agrarios arrendadores, es decir, aquellos que arriendan total o parcialmente su propiedad en el período 1990—2020. Se busca dar cuenta de los modos actuales de apropiación y distribución de la tierra de uso agropecuario de forma de aportar conocimiento científico original que contribuya a la comprensión de temas centrales para las ciencias sociales como la estructura de clases, la conformación de grupos económicos y los estudios sobre desigualdad.

La investigación se detiene en el análisis de un sujeto del agro uruguayo del que poco conocemos: aquellas personas, sociedades o empresas que siendo propietarios de la tierra deciden arrendarla. Cabe destacar la ausencia de estudios sociales que reporten los rasgos de estos sujetos considerando especialmente quiénes son, dónde están, qué destino dan al ingreso recibido por renta, y cuáles son los motivos que los conducen a tomar la decisión de arrendar la tierra que controlan en propiedad. El escaso abordaje de este tema en los antecedentes de investigación social agraria nacional responde entre otros aspectos a las características del sujeto de estudio cuyo acceso no es simple. Las condiciones de anonimato, la confianza y la confidencialidad forman parte de la esencia del sujeto de estudio, lo cual complejiza su acercamiento.

Para abordar este problema de investigación, este estudio diseñó un dispositivo metodológico amplio que ilumina las diversas aristas del objeto de estudio. Se optó por trabajar desde perspectivas de análisis cuantitativo y cualitativo de investigación social (Cortés, 2007) logrando un estudio de mayor complejidad y profundidad en la comprensión de los terratenientes arrendadores como sujetos centrales de esta investigación.

En este trabajo tomamos la experiencia generada en los inicios de la fase cualitativa de la investigación, cuyo énfasis está puesto en la comprensión en profundidad de las lógicas y racionalidades con las que operan estos actores. La misma se orienta a reponer los aspectos de mayor sensibilidad para la caracterización de los terratenientes arrendatarios, a partir de la comprensión de quiénes son, por qué optan por arrendar las tierras y no producirlas, qué trayectorias de vida tienen, entre otros aspectos.

En la primera etapa de investigación de tipo cualitativo, y desde la cual parten las reflexiones sobre la adaptación a contextos virtuales, tienen como foco el departamento de Soriano. Las razones por las cuales el inicio del estudio se sitúa en dicha zona radican por un lado en la magnitud de los arrendamientos, tanto en términos de cantidad de superficie como de capital involucrado en los contratos registrados en ese departamento. Además, la experiencia previa de desarrollo de investigaciones por parte de integrantes del equipo en el departamento permitía una red de contactos fundamental para las primeras aproximaciones al trabajo de campo (Figueredo, 2021; Figueredo y Bianco, 2013, Bianco et al., 2021). Es importante señalar que, en esta zona del país, se ubican las tierras de mayor productividad y por lo tanto los valores de las mismas tanto en el mercado de compra-venta como en el de arrendamientos son los más elevados del país (DIEA a, 2020, DIEA b, 2020).

En relación con el trabajo de campo realizado desde el comienzo de la investigación hasta el momento de la escritura de este manuscrito, podemos distinguir dos momentos que se corresponden con las etapas epidemiológicas por las que transitó Uruguay. Un primer momento estuvo caracterizado por la adaptación y desarrollo del trabajo de campo a las herramientas virtuales disponibles, y un segundo momento donde retomamos la presencialidad bajo los protocolos sanitarios vigentes.

Haremos foco en el primer momento de trabajo de campo extendido desde abril a julio de 2021, cuyo rasgo central fue encontrarnos en la segunda etapa epidemiológica, y donde tomamos como opción comenzar el campo del proyecto de investigación, de la única manera posible ante tal escenario: de forma virtual. Así, como equipo de investigación, decidimos implementar adaptando a la virtualidad la fase exploratoria de investigación prevista para el inicio del estudio. En la misma y a partir de contactos preexistentes con informantes claves del sector en la zona de Soriano, desarrollamos las primeras entrevistas de modo remoto. Los informantes claves se constituyen como tales ya sea por su proximidad con los arrendadores a quienes queríamos entrevistar, por su conocimiento del mercado de tierras y en particular de los arrendamientos o por su conocimiento de los cambios a nivel departamental. En función del medio de contacto disponible, realizamos una primera aproximación vía mail o telefónica, proponiendo la realización de una entrevista de modo virtual. En ese primer contacto, se proponía establecer una entrevista a partir del uso de la plataforma “Zoom”. Este es un software de video chat de uso intuitivo, destacado por su facilidad de uso, independientemente de la experiencia tecnológica previa (Archibald et al., 2019; Vigliariolo, 2020). Cabe destacar que la Universidad de la República definió licenciar este programa como forma de dar disponibilidad y asegurar condiciones de teletrabajo a sus docentes e investigadores en un plan sin restricción de tiempo de conexión y de personas conectadas.

La fase exploratoria del estudio se orientó a recopilar información a partir de la realización de entrevistas abiertas (Valles, 2002). Las primeras fueron realizadas a informantes calificados y luego a otros informantes a partir de la implementación de la bola de nieve (Patton, 1990) como estrategia para alcanzar nuevas unidades de estudio. Esta estrategia permitió en las entrevistas contactar a nuevos sujetos en carácter de informantes cuyas características se ajustan a los objetivos de la investigación.

En esta primera fase de investigación para el territorio de Soriano, se realizaron seis entrevistas de modo remoto. La implementación de las mismas buscó, por un lado, un primer acercamiento al tema de investigación con perspectiva local y, por otro lado, la provisión de elementos claves para elaborar la pauta de entrevista para la fase focalizada de la investigación. Es importante señalar que el abordaje de este componente se orientó por la teoría fundamentada (Glaser y Strauss, 1967), que propone la simultaneidad en la recolección y el análisis de datos. Adicionalmente, la investigación avanza considerando especialmente el diseño flexible de investigación, que en términos de Maxwell (2013), potencia la posibilidad de advertir durante el proceso bajo estudio situaciones nuevas e inesperadas vinculadas con el tema de estudio. Es importante señalar las particularidades de las aproximaciones cualitativas por definición abiertas y flexibles, en relación con la necesidad de considerar cada estudio en su especificidad y, por lo tanto, adaptar si es necesario los criterios establecidos (Denzin y Lincoln, 1994). La aplicación de un diseño de investigación cualitativo contemplando rigurosidad científica y calidad en la información relevada fue un reto a lo largo de todo el trabajo de campo en modalidad virtual y sincrónica.

En una segunda fase focalizada, se realizaron nueve entrevistas semi estructuradas de forma remota, aplicando pautas diferenciadas de recolección de información a otro conjunto de entrevistados que ya sea en su condición de dueños de campos que arriendan o en carácter de informantes cuyas características ajustan en los objetivos de la investigación. Estas entrevistas recogieron información primaria orientada a la comprensión de las perspectivas que tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal y como las expresan con sus palabras. La composición de este corpus empírico, permitió comenzar a obtener información de calidad para iluminar distintas aristas del objeto de estudio. Los datos obtenidos permitieron comenzar a delinear los rasgos centrales que asumen los actores que tienen tierra en propiedad y la arriendan, arrojando información acerca de las características que los unifican, así como aquellas que los hacen diferentes y permiten obtener pistas de su composición heterogénea. Es pertinente aclarar que las 9 entrevistas mencionadas no responden de forma exhaustiva a las interrogantes, sino que en una investigación en curso, tomaremos la experiencia de dichas entrevistas, por su adaptación a la realización de forma virtual, objeto de interés de este escrito.

En relación con el perfil de los entrevistados durante la fase virtual de investigación, fueron realizadas 15 entrevistas a un conjunto de 18 personas, ya que dos entrevistas fueron realizadas de modo simultáneo a más de una persona que formaban parte de la misma empresa o familia. La mayor parte de los entrevistados fueron varones (15) mientras que las mujeres fueron minoría (3). Adicionalmente, es posible distinguir al menos dos grupos en relación con su edad: un grupo de entrevistados más joven menor de 35 años y otro grupo mayor a 35 años, concentrándose los casos en este último.

En relación con los perfiles desde los cuales las distintas entrevistas aportaron al objeto de investigación, podemos ubicar cuatro de referentes institucionales, es decir, informantes que por su inmersión en la política pública a nivel territorial nos permitían aproximarnos al objeto de estudio. Mientras que también entrevistamos a nueve empresas o familias abocadas al sector inmobiliario y/o productivo en la zona. Por último, también realizamos dos entrevistas a referentes de organizaciones de la zona.

El medio predominante para realizar las entrevistas virtuales fue el software Zoom, no obstante, también recurrimos a la videollamada del software Whatsapp para poder realizar una de las entrevistas pautadas. En este sentido, destacamos que el uso del medio virtual nos proporcionó en muchos casos un intercambio previo a la realización de la entrevista, que podría asemejarse a la guía para llegar a un domicilio en el medio rural. En esos casos, el encuentro virtual sucedía con experiencias previas de contacto. Sin embargo, más allá de ese contacto previo, entendemos que la calidad de la información estuvo estrechamente vinculada con la familiaridad de las personas entrevistadas con el software utilizado.

Respecto a la organización del equipo, cabe destacar que la realización de las entrevistas fue puesta en práctica por dos integrantes del proyecto de investigación, esto no fue pensado como una adaptación al escenario virtual sino que ya estaba contemplado en el diseño de un trabajo de campo presencial. Sin embargo, como es argumentado por otros autores (Dodds y Hess, 2020; Roberts et al., 2021) compartir la realización de entrevistas entre dos investigadoras nos previno de eventuales problemas tecnológicos.

Además, un elemento que sobresale del trabajo de campo virtual realizado, fue la posibilidad de realizar entrevistas a actores ubicados en diferentes coordenadas geográficas del mundo. Si bien la posibilidad de superar las limitaciones geográficas mediante el uso de herramientas virtuales es abordado por Dodds y Hess (2020), esto no había sido considerado por el equipo a priori en absoluto, por lo cual el propio trabajo de campo que, como mencionamos anteriormente, asume la perspectiva de la teoría fundamentada, nos llevó a considerar especialmente la importancia de actores globales en el contexto local. Este fenómeno, del cual hemos dado cuenta en trabajos anteriores, se vincula de modo directo con los crecientes procesos de extranjerización en el control y el acceso a la tierra en Uruguay en general y en el litoral del país en particular (Figueredo, 2021; Figueredo et al., 2019).

Del conjunto de entrevistas realizadas, la mayor parte fueron a personas ubicadas en Uruguay. Un grupo de cinco entrevistas fueron realizadas con actores ubicados en otros países y continentes, destacándose ser de nacionalidades diversas. A continuación, se presenta un mapa que grafica la distribución de las entrevistas realizadas según países.



Figura 1. Localización de entrevistas realizadas en trabajo de campo virtual



Es menester señalar que si bien existen estudios desde la antropología virtual o ciber etnografía que abordan los fenómenos sociales, culturales, educativos, comerciales suscitados en Internet a partir de observaciones en foros o comunidades virtuales (Ruiz y Aguirre, 2015; Mosquera, 2008; Sade-Beck, 2004) a diferencia de la experiencia que proponemos problematizar, el objeto de estas investigaciones está puesto en los propios escenarios de interacción virtual. Un trabajo de publicación reciente (Hernán et al., 2021), reflexiona acerca de la posibilidad que brinda la e-investigación en ciencias sociales en el contexto de distanciamiento físico y confinamiento en los hogares. El documento subraya la necesidad de reorientar las miradas metodológicas tradicionales para trabajar de manera remota y autónoma en relación al proceso de investigación social. Sostiene que, para desarrollar un proceso de este tipo, alternativo al convencional, es necesario reflexionar sobre el rigor, los procedimientos más adecuados y los elementos éticos necesarios para desarrollar una investigación en un contexto de acción remota.

En particular, nuestra propuesta presenta el desafío de reflexionar a partir de un proceso de adaptación de un diseño metodológico pensado para la presencialidad, a un modo remoto. Por lo tanto, nuestros aportes y reflexiones surgen de la evidencia empírica a la que hemos hecho referencia.

Sobre las implicancias de la investigación cualitativa en contexto virtual

El desarrollo de la investigación cualitativa y con ella el refinamiento de las técnicas cualitativas de investigación social, ha transitado por distintos momentos de fulgor en el desarrollo de las ciencias sociales modernas. Posiblemente, de esos momentos los más significativos en términos de perfeccionamiento y expansión de técnicas cualitativas de investigación social, ocurrieron en las décadas de 1920 y 1930. En este periodo, la “Escuela de Chicago” fue una de las más relevantes para el desarrollo de técnicas cualitativas de investigación, especialmente en sociología. Con este nombre se denomina un conjunto de estudios generados por la sociología norteamericana en la Universidad de Chicago, entre 1915 y 1940. Esta tradición ocupó un lugar relativamente hegemónico en la disciplina, valiéndose del American Journal of Sociology como principal instrumento de difusión de sus investigaciones empíricas, líneas teóricas y metodológicas (Piovani, 2011). Y más adelante en 1950 y 1960, décadas en las que el análisis de contenido tuvo una importancia creciente en su aplicabilidad, a partir de los conflictos de la Segunda Guerra Mundial. En ambos períodos, las técnicas cualitativas de investigación fueron incorporadas y desarrolladas buscando distinguirse de las tradiciones positivistas, partidarias del uso de técnicas cuantitativas de recolección de información y análisis estadístico de la misma.

La investigación cualitativa en Ciencias Sociales abarca a todas aquellas investigaciones que producen hallazgos a los cuales no se llega mediante procedimientos estadísticos u otros medios de cuantificación. Esta forma de generar conocimiento complejiza las diferentes formas de abordar la realidad que las ciencias sociales, y particularmente la sociología fueron creando y profundizando.

Este paradigma de investigación social incluye investigaciones sobre la vida de la gente, las experiencias, comportamientos, emociones y sentimientos, entre otros. Si bien algunos de los datos pueden cuantificarse, en general, el análisis de los datos implica un análisis interpretativo. Aquí es necesario hacer una aclaración, tal como plantean Strauss y Corbin (2002) no tomamos como parte del campo de la investigación cualitativa a aquellas investigaciones que cuantifican datos cualitativos.

En nuestra experiencia, optamos por este método para conocer la perspectiva de los sujetos de estudio, si bien proponemos aproximarnos a través de métodos estadísticos a comprender su magnitud, su peso en la economía y para el sector agropecuario, no es posible conocer desde ese enfoque, la racionalidad de los sujetos, las experiencias de vida que hacen que lleguen a conformarse como arrendadores de su tierra, así como el proceso de toma de decisiones que nos muestra su forma de vinculación con la tierra como recurso. Es por tanto la naturaleza de la investigación lo que define la perspectiva metodológica, considerando elemental si queremos conocer estos aspectos, tener un enfoque desde una perspectiva cualitativa, y un análisis interpretativo de los datos obtenidos.

Con respecto a las características de los investigadores que optan por la investigación cualitativa en las Ciencias Sociales, Strauss y Corbin (2002) mencionan algunos aspectos claves. Un primer aspecto es la flexibilidad y apertura con el que se tratan los datos en el desarrollo de la investigación, dando lugar a la incertidumbre, entendiendo la complejidad de los fenómenos y del acceso a los significados. Como agentes activos en la construcción de conocimiento, es relevante para quienes investigan guiarse por la intuición, receptividad, reciprocidad, sensibilidad y creatividad en el proceso. Se toma la perspectiva de que, en la investigación cualitativa, la interacción personal para la recopilación de datos es muy relevante, tal como lo definen Denzin y Lincoln (1994). El escenario de confinamiento en los hogares abre el desafío de pensar que frente a la distancia física existe igualmente la posibilidad de realizar trabajo de campo.

Tomando en cuenta dichos planteos, podemos reflexionar sobre cómo en el caso de la investigación en un contexto particular, esta serie de elementos adquieren relevancia para quienes investigamos desde una perspectiva cualitativa. En este sentido, la flexibilidad ante un contexto cambiante, la capacidad de adaptación, y la sensibilidad en el abordaje del trabajo de campo, han sido aspectos que han cobrado una magnitud más allá de la perspectiva metodológica empleada, producto del contexto en el cual se desarrolla.

Como mencionamos, las entrevistas tanto abiertas como semi-estructuradas adaptadas al escenario virtual de investigación, fueron las técnicas de investigación aplicadas. Un rasgo central de estas técnicas que garantiza el éxito en el relevamiento de información refiere al establecimiento del rapport con quien está siendo entrevistado. Considerando especialmente la perspectiva de Valles (2002) la entrevista es una producción cultural y por lo tanto debe considerarse al momento de aplicar la técnica los aspectos que hacen a la instancia en que se desarrolla el escenario, las preguntas, el tono de las mismas y el logro del rapport.

Este punto es central al tratarse de una población caracterizada por ser hermética, de difícil acceso al momento de hacer una entrevista. Para Taylor y Bodgan (1984), el objetivo de entablar rapport con los informantes es la meta de todo investigador de campo. Para eso, la motivación para establecer el diálogo es fundamental y debe sostenerse a lo largo de la instancia por medio de una actitud que evidencie el interés acerca de lo que los sujetos están relatando, otorgando crédito e importancia a sus voces.

La entrevista como técnica de investigación social, y los encuentros en la investigación exigen una buena y estrecha comunicación con los sujetos investigados. Es central una escucha atenta de los relatos de las personas entrevistadas, que nos dan elementos para poder interpretar y comprender sus formas de vivir, de hacer, de tomar decisiones y valorar esas realidades que, por lo general tienden a ser muy diferentes entre los sujetos investigados y los investigadores.

Cabe aquí mencionar que la experiencia de trabajo de campo virtual, nos ha mostrado que el sujeto investigado no sólo ha sido poco visible para la producción académica, sino que al mismo tiempo ha sido un sujeto vidrioso para su acceso, dado el hermetismo que envuelve su posición en la estructura de clases; y esto cobró especial relevancia ante las posibilidades de acceso de forma remota. Este rasgo es también resultante de la carga política que tiene la concepción de “terrateniente” o arrendador que obtiene ingreso a partir de la renta y no de la producción, esta carga es compartida por diversos sujetos entrevistados y conlleva al ocultamiento de la información sobre quiénes son, dónde están, qué hacen con el dinero que reciben por la renta, entre otras cosas. Otra razón de dificultades para su acceso, es que los contactos obtenidos mediante el capital social se traducen en capital económico. Esto se vincula con características que refieren al mercado de tierra uruguayo en la actualidad, como la atomización de la demanda de tierras para arrendar, y con el agotamiento de la tierra de uso agropecuario disponible para tal fin. Una de nuestras observaciones preliminares es que al ser un mercado cuyo motor radica en la demanda, la posibilidad de saber quiénes son los dueños de la tierra que la ofrecen se traduce en un “dato” con valor económico, con una comisión monetaria. Y ligado a esto último, podemos referirnos a la existencia de una red de intermediación conformada por múltiples actores.

Al respecto de los elementos planteados, destacamos que la experiencia en esta investigación pone en juego los aspectos característicos de la investigación cualitativa a la hora de adaptarnos desde un diseño de investigación presencial a uno virtual. Además, dicha adaptación se torna un importante desafío derivado de las características del sujeto investigado, en relación con los obstáculos para su acceso, a los que hemos hecho referencia.

Por los aspectos mencionados, es pertinente reflexionar sobre la experiencia de investigación, de las implicancias en la adaptación a un campo remoto mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación; así como de la forma particular de interacción que nos plantea la realización de entrevistas virtuales.

Las TIC como espacio de intercambio

El desarrollo del trabajo de campo, la realización de las entrevistas y las decisiones tomadas ante un contexto con múltiples emergentes se encuentra profundamente condicionado por los medios virtuales de comunicación disponibles. En la implementación del trabajo de campo virtual, asume centralidad la integración de software y computadoras o equipos de telecomunicación para poder efectivizar el relevamiento de información planificado. Al respecto, Sunkel (2006) define a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como “herramientas y procesos para acceder, recuperar, guardar, organizar, manipular, producir, intercambiar y presentar información por medios electrónicos” (p. 8). En nuestro caso, las TIC fueron las herramientas y formas de acceso a la información que nos permitió contactarnos con los sujetos de estudio, a la vez que el único medio de comunicación posible para intercambiar con los mismos.

Si bien las TIC son herramientas difundidas y utilizadas cotidianamente, esto no ocurre de manera uniforme, existen desigualdades asociadas a las mismas que han sido conceptualizadas y estudiadas para el caso uruguayo mediante la noción de brecha digital (Escuder, 2015).

A su vez, la brecha digital presenta un carácter multiforme, como la desigualdad se relaciona con otras desigualdades que la agudizan. Entre las que se destacan las desigualdades asociadas al nivel socioeconómico; a la geografía, que nos plantea diferencias entre ciudades y zonas rurales; a la edad, donde a medida que aumenta hay menor adaptación a las innovaciones tecnológicas. Aquí un aspecto clave es la solidaridad intergeneracional como reductor de brechas existentes. También las desigualdades por género se plasman en la brecha digital; así como también es fundamental la procedencia sociológica o cultural, entre otros aspectos (Unesco, 2005).

Estos antecedentes académicos respecto al estudio de las TIC, y su vinculación con las desigualdades, nos permiten dialogar con la propia experiencia de investigación, aportando elementos analíticos para problematizar cómo dichos aspectos se expresan en nuestra propia experiencia.

En este sentido, con respecto a la situación uruguaya ante la universalización de las TIC, Escuder (2015) plantea que la predisposición a utilizar internet es mayor cuanto más educado, joven y en mejor posición social estén las personas. Para el autor, estas diferencias también son observadas de acuerdo a los tipos de uso, relacionándose con mayores habilidades digitales, en función de las características mencionadas.

Entendemos que reflexionar y desnaturalizar el uso de las TIC como algo uniforme nos permite complejizar la mirada a la hora de pensar la experiencia de investigación virtual. Al respecto, trabajos anteriores que abordan este aspecto nos plantean que quienes investigamos debemos tener en cuenta que los medios por los cuales lo hacemos deben ser inclusivos para los sujetos a quienes queremos abordar, modificando las expectativas de la interacción, a una situación de pandemia global sin precedentes (Sy et al., 2020).

En este sentido, cabe señalar que no podríamos imaginar un trabajo de campo virtual que no tuviera como punto de partida el acceso físico a estos medios, esto, sumado a la conectividad y los conocimientos asociados a su uso, fueron fundamentales para hacer viable el pasaje de un escenario presencial a uno virtual.

En este punto, nos interesa destacar que desde nuestra experiencia la realización de entrevistas de manera virtual sólo es posible si tanto quienes entrevistan como las personas entrevistadas tienen un acceso físico a las TIC y una noción de cómo utilizarlas. Por tanto, su aplicabilidad está estrictamente vinculada con la brecha digital existente.

En cuanto a la experiencia en concreto de la realización de entrevistas de manera virtual, entendemos que la participación en las mismas no implicaba un nivel de habilidades digitales elevado por parte de los entrevistados, pero sí un conocimiento a nivel de usuario de las TIC. A partir de las entrevistas llevadas a cabo podemos afirmar que el acceso físico y la conectividad no fueron un obstáculo para la concreción de las mismas. Por el contrario, cabe destacar que la globalización de las TIC nos permitió la realización de entrevistas con informantes nacionales pero también con extranjeros sin inconvenientes, utilizando las mismas plataformas. Entendemos que este aspecto se puede relacionar con la procedencia sociológica de los sujetos a quienes entrevistamos: los terratenientes arrendadores, profesionales del sector inmobiliario o de organismos públicos.

Si pensamos en la multidimensionalidad de la brecha digital, un aspecto que se resalta en la experiencia de trabajo de campo virtual es la edad como un condicionante. Las mayores limitantes a la hora de realizar entrevistas de modo virtual estuvieron asociadas a una mayor edad. En este caso, fue clave para la ejecución de la entrevista la solidaridad inter-generacional y familiar, de la que hicieron uso algunos entrevistados. En definitiva, tal y como es planteado por Escuder (2015) son quienes cumplen con las características de mayor posición social, menor edad y mayor nivel educativo con quienes se puede establecer un intercambio de mejor calidad, y esto es algo que podemos afirmar desde nuestra experiencia.

Interacción virtual: reflexiones desde Goffman

Hasta ahora hemos hecho referencia a las particularidades de la investigación cualitativa y sus implicancias ante un contexto de virtualidad, las características de los sujetos a quienes entrevistamos y las TIC como elemento central para la virtualización de un diseño metodológico pensado para escenarios presenciales.

En este punto, sosteniendo que la realización de entrevistas de forma virtual genera una forma de interacción en un escenario atípico para el campo de la investigación cualitativa, entendemos pertinente a fin de reflexionar sobre el proceso de investigación, poner el foco en las particularidades de dicha interacción. Recurriendo para ello a los aportes de Goffman (1959) en su obra “La presentación de la persona en la vida cotidiana”.

Si bien optamos por recurrir a los planteos del autor para reflexionar sobre nuestra propia experiencia, cabe señalar que, ante el aumento de las TIC, esto ha sido también abordadas por otros autores; colocando el foco en aspectos relacionados a las comunidades del ciberespacio (Kollock y Smith, 2003; Orellana y Sanchez, 2007) y a la interacción mediada por computadoras (Gibbs et al., 2002).

Aportando al debate sobre las formas de interacción virtual, proponemos retomar los planteos de Goffman (1959) haciendo foco en las e-entrevistas ante un contexto inédito en los estudios sociales cualitativos, como lo es el confinamiento por la pandemia de COVID-19.

En este sentido, el autor reflexiona sobre la interacción social, entendida como la influencia recíproca de un individuo sobre las acciones de otro ante la presencia física inmediata, colocando el foco en la vida cotidiana (Goffman, 1959). Si bien lo hace desde un escenario presencial, tomaremos sus aportes para la interacción remota o virtual, en un escenario de investigación social.

Al respecto, Goffman (1959) plantea que a los individuos les interesa controlar la conducta de los otros, y esto se hace influyendo en la definición de situación. Es así como en la interacción, nos desenvolvemos de determinada manera dando la impresión que nos interesa transmitirles a los otros, es decir, promoviendo una definición de situación determinada.

En nuestra experiencia, para la definición de situación podríamos decir que se utilizó un criterio calculador (Goffman, 1959), que implica presentarse y expresarse frente al otro de determinada manera, con el objetivo de generar en esos otros una respuesta acorde a nuestros intereses. Esto, partiendo de que nuestra interacción en las e-entrevistas y los contactos previos, estaban orientadas a la obtención de información por parte de los sujetos de estudio. Fue fundamental contar con información previa sobre las personas entrevistadas, tales como cuál es su vínculo con lo agropecuario y con el mercado de tierras para definir la situación, además de explicitar qué se procura obtener con el encuentro virtual. También es importante mencionar que comenzar solicitando una presentación del entrevistado/a nos permitía re-ajustar la situación en función de la nueva información obtenida.

Continuando con el análisis de la interacción humana, Goffman (1959) plantea una serie de elementos que se ponen en juego. La fachada, como uno de estos elementos, implica “la parte de la actuación del individuo que funciona de modo general y prefijado” cuyo objetivo es definir la situación para los observadores; en la misma encontramos el medio que podría ser el escenario donde ocurre la interacción; también la fachada personal o marca de clase, que son aquellos elementos que nos acompañan indefectiblemente en nuestras interacciones como edad, sexo, lenguaje; a los cuales posible dividirlos entre apariencia y modales. Además, el autor propone que existe cierta coherencia entre medio, apariencia y modales.

Ahora bien, ¿cómo podemos pensar nuestra experiencia virtual con estos elementos? Entendemos que la situación de virtualidad, en la cual las entrevistas son realizadas en lugares diferentes, sin interacción física, nos implica un medio que es definido en función de la imagen que logra captar la cámara del dispositivo que utilicemos para conectarnos. Podemos considerar que el escenario virtual es además un recorte del espacio físico, en el cual tiene lugar la interacción a ambos lados de la pantalla. Una particularidad que ocurre en este tipo de situaciones, es que el escenario virtual que oficia de fachada para los otros es diferente al escenario físico. Esto, nos permite controlar la información que es proyectada en función de lo que queremos transmitir. En búsqueda de cierta coherencia entre medio, apariencia y modales, muchas veces es posible observar escenarios donde aparecen aspectos que se asemejan al lugar de trabajo, a una situación de oficina. Incluso, cuando el escenario físico sea parte del hogar que se distancia de las características presentadas en el escenario virtual.

En nuestra experiencia, la fachada construida para las entrevistas remotas muchas veces implicó construir un medio virtual que no era coherente con el medio físico. En una situación pre-pandemia el lugar de empleo lo constituyen las oficinas docentes, ahora, ante la realización de trabajo remoto, son nuestros propios hogares. Así, la separación entre el lugar de trabajo y hogar, es algo construido para la entrevista, estando en nuestros hogares, con una fachada que aparenta una oficina y donde, en este caso, una correcta definición de situación implica evitar o disminuir al máximo posible la aparición en escena de aspectos que tienen que ver con el mundo doméstico.

En relación con los escenarios de quienes entrevistamos, cabe destacar tres situaciones atípicas: por un lado, un entrevistado cuyo fondo de pantalla era una imagen predeterminada de un campo con producción agrícola. En ese caso, el recorte virtual que nos daba la cámara no era un recorte del escenario físico, sino que, era un escenario totalmente modificado del real. Una segunda situación, fue el caso de otro entrevistado que durante los primeros diez minutos de interacción tuvo la cámara apagada y al registrarlo pidió disculpas lo cual en términos de Goffman (1959) implica una forma de reparación. Una tercera situación atípica, fue la de otro entrevistado cuya cámara no permitía captar el rostro del mismo. En las entrevistas realizadas, podemos identificar escenarios comunes: un espacio de tipo oficina, parte de sus hogares, lugares habituales de trabajo y con fondos preestablecidos. Estos escenarios tendieron a evitar aspectos que refieran al ámbito reproductivo—incluso estando en sus hogares.

Cabe aclarar que las referencias sobre cómo fueron construidos los escenarios virtuales no pretenden el carácter de generalidad ni exhaustividad en la e-investigación social, sino dar cuenta de cómo en base a nuestra experiencia, para la definición de situación ante escenarios virtuales, estos elementos fueron expresados.

En este aspecto, Goffman (1959) plantea dos acciones para evitar problemas de definición de la situación: prácticas preventivas y prácticas correctivas. Las primeras se anticipan a que exista un problema de definición, mientras que las segundas subsanan casos de descrédito que no se han podido evitar. Si pensamos la separación de espacios de trabajo y reproductivos como un elemento crucial para nuestra definición de situación, podemos encontrar en nuestra experiencia la realización de prácticas preventivas, como explicitar que nos encontrábamos en nuestros hogares y que en algún momento era posible que tuviéramos que interrumpir la misma para realizar alguna acción ligada a dicho ámbito. Esta explicación, como práctica preventiva mostraba un control de la situación, anticipando la intersección entre el espacio de trabajo y reproductivo, evitando entonces, un problema de definición.

En la situación que implica la interacción entre personas, Goffman (1959) plantea que es posible observar dos elementos en lo que los otros presencian: lo que se maneja a voluntad, y expresiones poco controladas; resumiéndose en lo que las personas emiten y lo que emana de ellas.

En este aspecto, la experiencia de entrevistas virtuales nos plantea un escenario artificial donde también es posible observar estos elementos. En este punto, la palabra adquiere un aspecto central como forma de interacción, ya que la no presencialidad hace que estemos físicamente en espacios diferentes, que lo que observamos de nuestro entorno sea distinto, pero lo que escuchamos sea compartido entre quienes se encuentran al momento de la entrevista. Podemos sostener que el grado de artificialidad que genera la entrevista virtual nos permiten disminuir las expresiones poco controladas; sin embargo, esto también ocurre para el caso de quienes entrevistamos, obstaculizando la obtención de información más allá de los aspectos verbales que nuestros interlocutores se disponen a mostrar.

Consideraciones finales

Las reflexiones desarrolladas en este manuscrito, están relacionadas con el trabajo de campo que realizamos y las condiciones excepcionales que obligaron a replantear la estrategia metodológica en la fase inicial del estudio. Esto como forma de darle continuidad al trabajo de investigación. De modo particular, buscamos enfatizar las características del ingreso y desarrollo del trabajo de campo virtual, considerando especialmente las potencialidades y limitantes de esta forma de generar información empírica.

En este sentido, es pertinente destacar que la posibilidad de realizar investigación de modo remoto, está en relación con quienes son los sujetos de estudio y su predisposición al uso de herramientas informáticas. Entendemos que, la aplicabilidad de las técnicas de recopilación de información en un contexto virtual, o su posibilidad de adaptación están directamente relacionadas a estos dos elementos, los cuales en nuestro caso favorecieron el pasaje de un diseño metodológico presencial a uno virtual. Es menester señalar que la posibilidad de transferir estas reflexiones metodológicas a otros contextos de investigación cualitativa, tiene limitantes referidas a los sujetos a ser entrevistados, su condición sociológica y educativa así como los contextos de conectividad relativos a las geografías de los mismos. Considerar especialmente estos elementos al momento de pensar un diseño de investigación virtual cualitativo es central para que la distancia entre el diseño y la práctica sea estrecha.

La virtualidad como espacio de intercambio, y en particular, el uso del Zoom para la realización de entrevistas semi-estructuradas, nos planteó una nueva forma de interacción entre entrevistadoras-entrevistados, que se distingue de la forma presencial. Mostrándonos escenarios donde los espacios de trabajo y nuestros hogares se entremezclan, donde es posible intercambiar desde distintos puntos geográficos pero también donde lo verbal adquiere una mayor predominancia a otras formas de expresión, que solo pueden ser captadas en instancias cara a cara.

También es pertinente destacar la importancia de generar reflexiones sobre las praxis metodológicas y las implicancias del pasaje de un diseño presencial a uno virtual, lo cual plantea una situación novedosa en la investigación social y que en definitiva repercute en las formas de producción de conocimiento.

Por último, nos parece importante señalar que teniendo en cuenta las particularidades que adquiere la interacción de manera virtual en relación con el modo presencial, no resulta adecuado comparar la calidad de la información obtenida entre ambos medios de intercambio. La misma es diferente por las condiciones de aplicación de la técnica y a partir de la experiencia a la que hemos hecho referencia se evidencia que el medio transforma la técnica.


Referencias

Archibald, M., Ambagtsheer, R., Casey, M. y Lawless, M. (2019). Using Zoom Videoconferencing for Qualitative Data Collection: Perceptions and Experiences of Researchers and Participants. International Journal of Qualitative Methods, 18, 1–8. https://doi.org/10.1177/1609406919874596

Bianco, M., Díaz, I., Chiappe, M., Figueredo, S., Narbondo, I. y Russi, E. (2021). Dinámicas de la expansión agrícola en territorios uruguayos. Revista Latinoamericana de Estudios Rurales, 6(12), 1–35. http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s25251635/wlxk1qodu

Cortés, F. (2007). Algunos aspectos de la controversia entre investigación cualitativa e investigación cuantitativa. Argumentos. Estudios Críticos de la Sociedad, 36, 81–108. https://argumentos.xoc.uam.mx/index.php/argumentos/article/view/1017

Denzin, N. y Lincoln, Y. (Eds.). (1994). Handbook of qualitative research. SAGE.

DIEA. (2020a, 8 de mayo). Serie "Precio de la Tierra" Arrendamientos 2019. Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. https://www.gub.uy/ministerio-ganaderia-agricultura-pesca/datos-y-estadisticas/estadisticas/serie-precio-tierra-arrendamientos-2019

DIEA. (2020b, 22 de abril). Serie "Precio de la Tierra" Compraventas 2019. Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. https://www.gub.uy/ministerio-ganaderia-agricultura-pesca/datos-y-estadisticas/estadisticas/informe-diea-serie-precio-tierra-compraventas-ano-2019

Dodds, S. y Hess, A. C. (2021), Adapting research methodology during COVID-19: lessons for transformative service research. Journal of Service Management, 32(2), 203–217. https://doi.org/10.1108/JOSM-05-2020-0153

Escuder, S. (2015). Los múltiples escenarios de la brecha digital: perfiles de internautas según la Encuesta de Usos de Tecnologías de la Información y la Comunicación del año 2010 [Tesis de maestría]. Universidad de la República. https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/bitstream/20.500.12008/7679/1/TMS_EscuderSantiago.pdf

Figueredo, S. (2021). Heterogeneidad social de las empresas agrícolas en el campo uruguayo. Pampa, 22, 6–20. https://doi.org/10.14409/pampa.2020.22.e0022

Figueredo, S. y Bianco, M. (2014). Organización del trabajo agrícola en el contexto de agriculturización en dos territorios uruguayos. Pampa, 1(10), 173–192. https://doi.org/10.14409/pampa.v1i10.4536

Figueredo, S., Guibert, M. y Arbeletche, P. (2019). Ciclo sojero y estrategias de los actores de la producción agropecuaria en el litoral uruguayo. Eutopia. Revista de Desarrollo Económico Territorial, 16, 99–108. https://doi.org/10.17141/eutopia.16.2019.4103

GACH. (2021, 8 de julio). Informe: Discursos en la ceremonia de reconocimiento público al grupo asesor científico honorario. https://medios.presidencia.gub.uy/llp_portal/2021/GACH/INFORMES/discursos_ceremonia.pdf

Gibbs, G. R., Friese, S. y Mangabeira, W. C. (2002). The Use of New Technology in Qualitative Research. Introduction to Issue 3(2) of FQS. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 3(2). https://doi.org/10.17169/fqs-3.2.847

Glaser, B., y Strauss, A. (1967). The discovery of grounded theory. Aldine Publishing Company. https://doi.org/10.4324/9780203793206

Goffman, E. (1959). The Presentation of Self in Everyday Life. Doubleday Anchor.

Hernán, M. y Lineros, C. y Ruiz, A. (2021) Cómo adaptar una investigación cualitativa a contextos de confinamiento. Gaceta sanitaria. 35(3), 298–301. https://doi.org/10.1016/j.gaceta.2020.06.007

Maxwell, J. A. (2013). Qualitative research design: an interactive approach (3a ed.). SAGE.

Mosquera, M. (2008). De la Etnografía antropológica a la Etnografía virtual. Estudio de las relaciones sociales mediadas por Internet. Fermentum. Revista Venezolana de Sociología y Antropología, 18(53), 532–549. https://www.redalyc.org/pdf/705/70517572006.pdf

MSP. (2021, 9 de marzo). La respuesta de Uruguay en 2020 a la pandemia de covid-19. Organización Panamericamana de la Salud https://www.paho.org/es/noticias/9-3-2021-respuesta-uruguay-2020-pandemia-covid-19

Orellana, D. y Sánchez, M. (2007) Entornos virtuales: nuevos espacios para la investigación cualitativa. Teoría+ de la Educación. Educación y Cultura en la Sociedad de la Información. 8(1), 6–24. https://www.redalyc.org/pdf/2010/201017309002.pdf

Patton, M. Q. (1990). Qualitative evaluation and research methods. SAGE.

Piovani, J. (2011). La escuela de Chicago y los enfoques cualitativos: términos y conceptos metodológicos.Revista de sociología, 96(1), 245–258. https://raco.cat/index.php/papers/article/view/229243

Roberts, J., Pavlakis, A. y Richards, M. (2021). It’s More Complicated than it Seems: Virtual Qualitative Research in the COVID-19 Era. International Journal of Qualitative Methods, 20, 1–13. https://doi.org/10.1177/16094069211002959

Ruiz, M. y Aguirre, G. (2015). Etnografía virtual, un acercamiento al método y a sus aplicaciones. Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, 21(41), 67–96. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31639397004

Sade-Beck, L. (2004). Internet Ethnography: Online and Offline. International Journal of Qualitative Methods 3(2), 45–51. https://doi.org/10.1177/160940690400300204

Kollock, P. (Ed.). (2003). Comunidades en el ciberespacio. Editorial UOC.

Strauss, A. y Corbin, J. (2002). Bases de la investigación cualitativa: técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundada. Universidad de Antioquia.

Sunkel, G. (2006). Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en educación en América Latina: una exploración de indicadores. Cepal. https://repositorio.cepal.org/handle/11362/6133

Sy, M., O’Leary, N., Nagraj, S., El-Awaisi, A, O’Carroll, V. y Xyrichis, A. (2020) Doing interprofessional research in the COVID-19 era: a discussion paper. Journal of Interprofessional Care, 34(5), 600–606. https://doi.org/10.1080/13561820.2020.1791808

Taylor, S. y Bodgan, R. (1984) Introducción a los métodos cualitativos de investigación: la búsqueda de significados. Ediciones Paidós.

UNESCO. (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. UNESCO. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000141908

Valles, M. (2002). Técnicas cualitativas de investigación social. Reflexión metodológica y práctica profesional. Editorial Síntesis.

Vigliarolo, B. (2020, 9 de abril). Who has banned Zoom? Google, NASA, and more. Tech Republic. https://www.techrepublic.com/article/who-has-banned-zoom-google-nasa-and-more/

Yin, R. K. (2009). Case study research: Design and methods (vol. 5). SAGE.




Acerca de las autoras

Lucía Sabia Suárez (s.sabia.lucia@gmail.com ) es docente de la Facultad de Agronomía, Universidad de la República. Socióloga y Maestranda en Ciencias Agrarias opción Ciencias Sociales por la Universidad de la República. (ORCID 0000-0002-6761-8994).

Soledad Figueredo Rolle (sfigueredo@fagro.edu.uy) es docente en régimen de Dedicación Total de la Facultad de Agronomía, Universidad de la República. Socióloga y Magíster en Ciencias Agrarias por la Universidad de la República y doctoranda en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. (ORCID 0000-0002-1440-8774).




Recibido: 30/09/2021

Aceptado: 21/01/2022









Cómo citar este artículo

Sabia Suárez, L. y Figueredo Rolle, S. (2022). Repensar la investigación cualitativa en escenarios virtuales. Aportes y reflexiones metodológicas a partir del trabajo de campo remoto. Caleidoscopio - Revista Semestral de Ciencias Sociales y Humanidades, 24(46). https://doi.org/10.33064/46crscsh3365











Esta obra está bajo una
Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
Usted es libre de compartir o adaptar el material en cualquier medio o formato bajo las condiciones siguientes: (a) debe reconocer adecuadamente la autoría, proporcionar un enlace a la licencia e indicar si se han realizado cambios; (b) no puede utilizar el material para una finalidad comercial y (c) si remezcla, transforma o crea a partir del material, deberá difundir sus contribuciones bajo la misma licencia que el original.
Resumen de la licencia https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es_ES
Texto completo de la licencia https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/legalcode