Reseña de Chaterjee, Patnaik y Chariar (2008) Discourses on Aging and Dying


Review of Chaterjee, Patnaik y Chariar (2008) Discourses on Aging and Dying




FERNANDO JASSIEL JIMÉNEZ MARTÍNEZ1


Chatterjee, Suhita Chopra; Patnaik, Priyadarshi y Chariar, Vijayaraghavan M. (Eds.)(2008).

Discourses on Aging and Dying.

London: SAGE.





Discourses on aging and dying (Discursos sobre el envejecimiento y la muerte) es una obra publicada es una compilación de ensayos redactados por profesionales de origen indio que se desenvuelven en diversos campos como: la filosofía, la gerontología, la sociología, la psicología y el trabajo social. Como ya lo indica el título de este libro, los diversos ensayos abordan los temas del envejecimiento y la muerte, pero desde la mirada de tradiciones filosóficas sumamente arraigadas en el contexto histórico-cultural de la India y de la mayor parte de Oriente. Estas tradiciones son las provenientes del Islam, el Budismo y el Hinduismo, abordando esta última desde la tradición védica y otorgándole mayor relevancia a lo largo de todo el texto debido a qu se trata de la que mayor proliferación tiene en el contexto indio.

La obra se divide en tres secciones. En la primera, “Envejecimiento y Muerte: Perspectivas Espirituales”, se revisa en detalle la perspectiva de cada una de las tradiciones filosóficas antes descritas acerca del lugar que tienen los ancianos en la sociedad, la forma en que se afronta el envejecimiento, la diferenciación entre la vida y la muerte, el afrontamiento a la muerte y la trascendencia del espíritu tras la muerte. La segunda, “Envejecimiento y Muerte: Problemas en el Cuidado de las Personas Mayores”, aborda el rol que desempeñan los viejos en las sociedades regidas por el Islam, Budismo e Hinduismo, así como los problemas éticos que surgen en torno a este sector poblacional. La última, titulada “Envejecimiento y Muerte: Cuidados al Final de la Vida”, desarrolla temas enfocados en el cuidado de los adultos mayores moribundos o comatosos, abordando la cuestión de ofrecerles una muerte digna en la que se respeten sus decisiones y deseos.

Los trabajos incluidos en el texto son sumamente interesantes y hasta necesarios de revisar para aquellos que nos dedicamos a la atención con personas (psicólogos, médicos, enfermeros, trabajadores sociales, etcétera).

A pesar de lo interesante que resulta el tema, la estructura y redacción no ayudan a transmitir del todo lo esencial y relevante de los discursos sobre el envejecimiento y la muerte en culturas occidentales. Por el contrario, hay una clara tendencia a hablar de temas laterales que aportan poco o nada al tema principal del texto, lo que hace que este se diluya y uno como lector acabe sin saber qué es lo que se encuentra leyendo o porqué lo está haciendo. Esto es algo que ocurre de manera muy constante en la primera sección del libro, la más larga de las tres, pues en sus más de cien páginas se hacen desviaciones bastante pronunciadas para explicar conceptos que no volverán a ser retomados a lo largo del libro. Si bien esto pueden servir para introducir nuevos conceptos, el hecho de que se les brinde demasiado espacio tiene como efecto que el lector pierda la idea que se busca transmitir. Dentro de esta misma sección se incluye además un par de capítulos que parecen meros accesorios, ya que, si bien abordan la muerte y el envejecimiento desde el budismo y el islam, todo lo trabajado no volverá a ser referido más adelante.

A pesar de ser bastante menos extensas, las siguientes secciones son las que ponen sobre la mesa las discusiones que aportan más elementos a la idea principal de la obra, aunque continúan repitiendo las mismas pifias formales. Todo lo anterior hace que resulte, en su conjunto, un texto difícil de leer pues el lector terminará perdido en más de una ocasión, obligándose a releer una y otra vez para lograr retornar a la idea central del texto.

En este sentido, vale la pena resaltar aquellas ideas que constituyen la columna vertebral del texto y que le dan un valor tan importante para trabajar y generar conocimiento novedoso acerca de los adultos mayores. La primera sección abre con una pregunta que resulta fundamental para abordar la muerte: ¿qué es la vida? Por un lado, se presenta un posicionamiento más cientificista en el que la vida es concebida como la interacción de diversas moléculas que da como resultado la aparición de aminoácidos y, posteriormente, de organismos vivos; por el otro lado, se aborda la vida desde una perspectiva espiritual, fundamentada en el hinduismo védico, donde la vida corresponde al campo de lo metafísico, tratándose de una partícula, la “partícula divina”, “espiritón” o atman.

Esta partícula es el equivalente al espíritu en las religiones occidentales surgidas del cristianismo, una partícula que no puede morir sino que se mantiene atada a la realidad, interactuando con la materia y haciendo que emerjan seres vivos cuyo propósito será desarrollar la ciencia de la felicidad eterna y encontrar soluciones a los problemas con la finalidad de encontrar su propia identidad espiritual en la existencia. Una vez cumplido este propósito, la partícula divina detiene su proceso de reencarnación para hacerse Uno con el Todo, el Dios Supremo. De esta forma, la muerte como es concebida en el mundo occidental no es aceptable para esta tradición filosófica, pues el atman es eterno, lo que promueve el desarrollo de prácticas enfocadas en la vida virtuosa, donde se busca resistir estoicamente los malestares de la vida como el envejecimiento y la muerte para afrontarlos de manera que estos solo le sirvan al espiritón para trascender.

Se apuesta por una perspectiva holística para afrontar estos malestares en donde no solo se le brinde la atención médica a los ancianos y los moribundos para prolongar su vida de manera indefinida, sino que también se les brinde atención espiritual con la intención de que estén listos para recibir el propio envejecimiento y la eventual muerte. La opinión de los autores es firme: los enfermos deben recibir preparación para enfrentar sus malestares y evitar en la medida de lo posible el prolongamiento o el cesamiento de la vida por medios artificiales, pues esto solo coarta las posibilidades del atman para cumplir su propósito en el regalo divino de la vida. Hemos de aceptar los malestares que conlleva la existencia sin resistirnos a ellos pues estos son “males necesarios” para que el espiritón pueda aprender y continuar su incanzable búsqueda de respuestas para aportar a la ciencia de la felicidad eterna.

La segunda sección está enfocada en revisar los problemas sociales y éticos que surgen del incremento de la población senescente en el contexto indio. Mediante una revisión bibliográfica se hace reconocer las problemáticas económicas y sociales que han surgido y que pueden llegar a surgir debido al envejecimiento poblacional, así como las dificultades éticas que emergen en torno al trato a los ancianos y el lugar que se les da en la sociedad. En épocas anteriores, los ancianos ocupaban un lugar de proveedores de sabiduría y cuidado para los nietos, sin embargo, las condiciones actuales han obligado a las familias indias a desplazar a los ancianos de esta posición tradicional —dependientes económicos, dedicados a cuidar a los infantes— a una en la que se tienen que hacer cargo de sí mismo, trabajar para sustentar sus vidas y cuidarse a sí mismos e incluso cuidar de otros ancianos.

Esto trastoca por completo los modelos antiguos en los que los ancianos podían dedicarse a afrontar su envejecimiento y su eventual muerte. Queda obturada la posibilidad de alimentar su atman, pues las necesidades sociales impiden atender las necesidades espirituales. Es necesario que trabajen para sustentarse y ayudar a los otros a que se sustenten, por lo que no cabe la posibilidad de sentarse a reflexionar sobre lo que han aprendido de los malestares de la vida para posteriormente transmitírselo a las nuevas generaciones. Esta práctica desaparece; lo único que queda es sobrevivir.

En este sentido, los autores proponen algunas soluciones a estas problemáticas modernas desde una perspectiva holística. Estas son:

1) Se debe promover desde edades tempranas el desarrollo de un estilo de vida saludable, para que al llegar a la vejez se encuentren con menos enfermedades y malestares. Esto evita que se apueste por métodos artificiales para prolongar o cesar la vida lo cual aporta al desarrollo de la ciencia de la felicidad.

2) Es necesario que exista un entrenamiento en habilidades de cuidado físico y mental para que los ancianos incapacitados por los malestares puedan ser cuidados por otros ancianos y reciban una guía que les posibilite encarar la enfermedad y la muerte de manera digna.

3) Todo lo anterior requiere de esfuerzos de legislación para que el gobierno, el sector privado y la comunidad se responsabilicen por el cuidado de los ancianos, regresándoles su lugar para alimentar el alma y, al mismo tiempo, dándoles la oportunidad de seguir laborando.

La tercera y última sección se enfoca en el cuidado en los últimos momentos de la vida. Aquí se propone una idea que resulta sumamente interesante, pues se dice que las enfermedades en la vejez no se tratan desde una etiología, sino desde una teleología. Se señala que no se trata de averiguar qué es lo que ha causado la enfermedad, que no es esto lo que está guiando a los viejos y/o los moribundos. Se trata, por el contrario, de la cuestión del fin que tiene la enfermedad; es decir, se trata de preguntarse por lo que la enfermedad posibilita para el anciano. Así, surge una pregunta de la premisa védica de evitar los medios artificiosos de extensión de la vida: ¿para qué extender la vida de un anciano de manera indefinida? Lo que proponen los autores es que, lo mejor sería paliar el dolor y ayudarle al enfermo a que le encuentre una finalidad a su padecimiento, que le dé sentido a su malestar. Lo cual aportará más a la vida presente del paciente y a su vida futura, pues estará alimentando su espiritón, lo que permite continuar avanzando en su misión: saber cómo curar el dolor de la existencia.

Los cuidados paliativos del cuerpo y el espíritu habrán de ir acompañados del respeto a los deseos del anciano moribundo por parte de los otros, llámense personal médico o familiares. Habrán de evitarse las decisiones paternalistas que obturen los deseos del anciano, pues sólo este es el sabedor de en qué momento está lista su partícula divina, es decir, su verdadero Yo, para abandonar la vida material y entonces trascender a un nuevo estado de vida, ya sea a través de la reencarnación o la consumación de su unión con el Todo. Aquí es donde cabría la excepción a la terminación de la vida por medios artificiales, mediante el procedimiento del suicidio asistido. Pues cuando el dolor es ya demasiado y el moribundo se dice listo para morir, es aceptable ayudarle a dar fin a su malestar y permitirle que siga con su misión.

En conclusión, se trata de un libro que, a pesar de la desafortunada estructura formal, propone nuevas perspectivas para analizar e investigar las condiciones de un sector de la población que pareciera que en el mundo actual, tan vertiginoso como es, no cuentan con un lugar claro, no hay condiciones para que tengan calidad de vida y no hay principios éticos claramente definidos para tratar sus malestares. Es ahí donde se inserta la relevancia de esta obra, pues nos muestra que los desarrollos filosóficos, no necesariamente védicos, islámicos o budistas, pueden servir como directrices para orientarnos a los profesionistas en el desarrollo de prácticas novedosas que abran la posibilidad de un nuevo lugar para los ancianos, un lugar en el que puedan envejecer y morir en condiciones dignas, sin demasiado dolor físico y emocional, con un espíritu en paz y siempre haciendo valer sus deseos y decisiones. Se trata de una obra que más allá de hablar del envejecimiento y la muerte, busca dar luz al lugar que ocupan los viejos y enfermos en la sociedad, correspondiendo al principio filosófico primordial del hinduismo védico: encontrar la propia identidad en la existencia, para entonces poder trascender hacia algo desconocido, pero que nos promete mejores condiciones.




Notas

1 fernandojassiel@gmail.com









Cómo citar este artículo

Jiménez, F. J. (2020). Reseña de Chaterjee, Patnaik y Chariar (2008) Discourses on Aging and Dying. Caleidoscopio - Revista Semestral de Ciencias Sociales y Humanidades, 24(43). doi:10.33064/43crscsh2330











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