La conceptualización del amor para Platón en El Banquete. ¿De qué manera Platón conceptualiza el amor en El Banquete y cómo este nos permite alcanzar el bien?

Daniela Jimena Acosta Narváez

 

Resumen

El amor en la filosofía puede tener muchas connotaciones, para Platón este implica una constante aspiración al bien, comprendido como la busqueda por alcanzar la perfección de las cosas, ¿pero a qué se refiere con alcanzar dicha perfección? En la filosofia platonica existe una división entre el mundo sensible y el inteligible, uno de estos mostrado como la copia imperfecta del otro, y unicamente al ascender a este mundo de las ideas se logra alcanzar la idea del Bien. En El Banquete a traves de la dialectica es que se debaten los conceptos del amor, lo que este implica y el peso que tiene dentro de la filosofía Platonica y su Idea del Bien.

Palabras Clave:

Amor platónico, la Idea del bien, El Banquete o Simposio, Mundo de las Ideas, mundo sensible y mundo inteligible.

 

Abstract

Love in philosophy can have many connotations, for Plato this implies a constant aspiration to the good, understood as the search to achieve the perfection of things, but what does he mean by reaching such perfection? In Platonic philosophy there is a division between the sensible and the intelligible world, one of these shown as the imperfect copy of the other, and only by ascending to this world of ideas is it possible to achieve the idea of Good. In The Banquet through dialectics the concepts of love are debated, what it implies and the weight it has within the Platonic philosophy and its Idea of Good.

Keywords:

Platonic love, the Idea of good, The Banquet or Symposium, World of Ideas, sensible world and intelligible world.

 

Introducción

El amor, un concepto popular en nuestra sociedad, ha sido trabajado, conceptualizado y reinventado a lo largo de los años. Considerado un sentimiento universal, e incluso atemporal, recurrentemente se relaciona con una atracción de carácter emocional hacia algún objeto o persona, además adquiere la cualidad de ser especial para el sujeto en cuestión. En ocasiones incluso se emparenta con la sexualidad a manera de plasmarle.

Las antiguas civilizaciones eran partícipes de su conceptualización; es el caso de los griegos, nos encontramos con Platón (427-347a.C), un filosofo que a lo largo de su vida expuso diferentes temas, en la búsqueda de su construcción conceptual, los cuales en su mayoría quedaron consagrados en una serie de obras escritas, su idea central era definir la Idea del bien.

Platón expuso implícitamente su pensamiento a través de una teoría donde habla de un mundo de las ideas, y así nos presenta el amor. Se ha relacionado con una errónea percepción del amor, el conocido “amor platónico” es usado en la cultura popular para referirse a un amor irreal, e incluso imposible, donde los involucrados únicamente se dedican a idealizar; es hasta cierto punto comprensible que exista esta tergiversación del pensamiento, dada la interpretación de un mundo ideal como uno diseñado por la mente e imposible de alcanzar, no obstante, se traduce en una manera poco analítica y superficial de análisis.

Para esclarecer este termino y dar pie a una interpretación pertinente, será necesario partir de la propia filosofía y cuestionarse ¿cuál es la conceptualización del amor y cómo nos permite alcanzar la idea del bien?

 

 

Materiales y Métodos

Para llevar acabo este análisis y comprenderle, fue necesario remitirse a uno de los varios textos que exponen apropiadamente el tema: El Banquete o Simposio, a través de este fue posible adentrase y comprender los conceptos de amor, deseo, y la dualidad que existe entre el alma y el cuerpo, y por tanto qué implican para la filosofía. Para el desarrollo de esta investigación se opta por este, dada su amplitud de explicación, y su distintiva conformación respecto a otros diálogos, las fuentes secundarias fueron de utilidad por el carácter expositivo de conceptos filosóficos.

La lectura de El Banquete permitió obtener los datos cualitativos mediante los cuales se interpretó al filosofo, aquí los expositores retratan los conceptos del amor a modo de dialogo, y es a través de la dialéctica platónica que presentan y debaten las diversas posturas, para así finalmente construirle. A partir de esto es que se rescata el pensamiento platónico, el cual esta mostrado de manera implícita, por lo que también fue de utilidad apoyarse en la lectura de otras obras del mismo autor, tanto como lecturas por parte de otros autores que se prestan al debate y la filosofía.

 

 

Resultados

Se encontró con el uso de la dialéctica el fin de discutir y debatir, en una búsqueda basada en argumentos y razonamientos provistos por cada personaje, de tal manera que se conceptualiza el amor; a partir de una narración y haciendo uso de alegorías y mitos, es parte del mythos para construir el logos, y así es como surge la filosofía platónica. A través de esta se introduce al mundo de las ideas, que tiene por objetivo llegar al Mundo Inteligible, y por ende conocer la Idea del Bien. A través de esta división en las ideas El Banquete debate la idea del amor y cómo esta nos permite llegar a la Idea del Bien y la Belleza.

Durante El Banquete se discute la naturaleza del amor como una mezcla de perfección e imperfección; metaforizando al ser humano en una dualidad de carácter pasional y racional. Además los personajes de la narración nos permiten comprender el sentido del amor, y cómo es participe de este la cuestión de procreación en lo bello que nos conduce al bien. Esto implica que el amor busca a través de un ciclo interminable continuar en la línea que desea llegar al bien, el cual por la naturaleza humana, no puede darse por siempre ni por sí solo, sino únicamente gracias a la inmortalización que concibe “la procreación en la belleza, tanto según el cuerpo como según el alma” (206b 13-14). Es decir, esta procreación puede ser entendida como el hombre ambicioso porque busca la manera de constantemente acercarse al bien, el hombre mortal adquiere su inmortalización únicamente de esta manera, y así es que puede continuar avanzando hacia la idea del bien.  Según el planteamiento,

(…) los ignorantes ni aman la sabiduría ni desean hacerse sabios pues en esto precisamente es la ignorancia una cosa molesta (204a 2-6)

 

Es decir que aquel hombre que no desea continuar ignorante, y amaría poseer la sabiduría busca lo bello, porque a través ello es que llega al bien, y solo cuando es consciente de la idea del bien, seria posible entonces ser sabio. La conceptualización de la belleza, para Platón radica en que es algo que va más allá de lo estético y no únicamente en las cosas o en las personas por sí solas, la belleza por tanto es algo bello sin importar su forma, la cual cambia constantemente

(…) la belleza en sí, que es siempre consigo misma específicamente única, mientras que todas las otras cosas bellas (…) no le causa ni aumento ni disminución (211a 7-14)

La belleza es agradable para quien la percibe, pues es participe de lo bueno, según el filosofo la cosa más bella que hay es la sabiduría y por tanto aspirar a ella es justo lo que hace el amor, el hecho de engendrar en lo bello se traduce como una búsqueda del conocimiento. Lo bello implica una conformidad ante el cuerpo y el alma que nos permite acercarnos a la idea del bien, el kalos kagathós es el equilibrio entre estos dos, y por tanto el estado ideal del hombre, es decir un hombre justo. (Pericay, 2015, pág. 76), sin embargo contemplar la belleza a través del alma es apropiado para comprender el mundo inteligible, que es lo más acercado a la realidad, porque ahí encontramos la Idea del Bien.

 

 

Discusión

Para Platón el amor implica el deseo, y una aspiración al bien (206a 1-2). El bien implica la perfección de las cosas, es un estado donde el alma llega a su forma más perfecta y bella. Su perpetuación es alcanzada según lo que plantea Platón, gracias a la procreación.

Se puede interpretar que el amor es un impetuoso empuje para que el hombre a través de la belleza del cuerpo y el alma consagrados de manera que esta última sea visibilizada en su máximo esplendor, llegue al conocimiento del Bien, porque para Platón es la manera más perfecta de comprender el mundo.

Para entender la relación que existe entre el amor y los ideales, y cómo es la construcción de ese amor para Platón, es importante plantear el mundo de las Ideas. Bajo influencia de Heráclito, quien decía que las cosas están condenadas a un cambio permanente: el devenir, es decir no existe una verdad absoluta; y Parménides quien de cierto modo se le contrapone, haciendo una concepción del Ser, para concluir que este es de carácter inmutable. Platón relaciona y complementa ambos de modo que hace una subdivisión en el mundo, aparece el Mundo sensible y el Inteligible (González, 2012, págs. 20-22).  El primero es aquel que percibimos a través de nuestros sentidos, y que vendría a ser una copia imperfecta del otro, el cuerpo participa de este mundo sensible, se encuentra en constante cambio. Mientras que el mundo inteligible es el que participa de las ideas, y por tanto los sentidos no son de utilidad aquí, es posible llegar a ellas a través de la razón, aquí en cambio, es el alma la que se ve implicada, y que nos conducirá al bien, las cosas siempre serán las mismas. Estos dos son importantes pues nos permiten alcanzar la verdad, y es únicamente a través de la idea que nos encontramos con la perfección de las cosas.

Con la conceptualización que emplea Sócrates, al hablar del Eros nos encontramos con un amor relacionado al cuerpo y a la concepción física de las cosas, lo que lo posiciona en el mundo sensible, la naturaleza de este es la aspiración, el mundo sensible busca pasar al mundo inteligible, y aunque no es más que una copia imperfecta, el deseo y aspiración son lo que lo hacen útil. En el mundo de las ideas, es donde encontramos al bien, dado que un cuerpo es insuficiente para llegar a ello; su naturaleza lo mantiene vinculado con este mundo. Un cuerpo con aspiraciones y deseos es una herramienta que ayuda al alma perpetuarse en la belleza y por ende en el bien.  La historia narrada c en torno al Eros se refiere a él como fruto de dualidad,  pobre pero a la vez busca lo bello y lo bueno, es un amante del conocimiento.

Las ideas son entonces la esencia de las cosas, llegar a este mundo a través de las implicaciones del amor es una labor complicada pues el mundo sensible es insuficiente por su naturaleza cambiante, el hecho de que el amor sea motor de búsqueda implica salir de la ignorancia y por ello es que se acerca a la perfección, se busca explicar cómo los cuerpos que son afines al amor, también lo son a la idea del Bien, por lo que el ser cognoscente comprende la belleza a través de lo presente en la aparente realidad.

Ya que hablamos de este amor para Platón es justo hablar de la filosofía como tal, por definición resulta ser que la filosofía es amor por la sabiduría, el filósofo aspira a llegar a la verdad, y es la sabiduría el estado ideal, aquel hombre que está en la búsqueda del amor, esta a su vez en la búsqueda del bien. Tomar ventaja de esta filosofía implica llegar a un conocimiento que nos permita comprender las nociones de la realidad, y por ende llegar al uso apropiado de este.

Podemos visibilizar que el Eros se encuentra posicionado en un sitio intermedio entre la ignorancia y la sabiduría, es decir que esta en búsqueda de la idea suprema, de tal manera que podemos posicionar al amor o a su personificación del Eros como el filósofo. De esta manera vemos que el amor impulsa a esa búsqueda del conocimiento y se sirve de el.

El amor es por tanto un instrumento de utilidad para el conocimiento que nos conduce al ideal máximo, cuando se llega a la sabiduría gozamos de un placer, donde el alma se encuentra en la realidad, y no solo en la copia de esta misma. Según la filosofía de Platón la belleza del amor radica en el alma racional y que es virtuosa (Pericay, 2015, págs. 89-90), llegar a esto nos conduce a la razón, por lo que el amor no es una cuestión que se limita a lo sentimental, a través de la razón es que dejamos de lado los cuerpos y las pasiones, el hombre que es capaz de superarlos es un hombre capaz de vislumbrar los verdaderos placeres de la intelectualidad, y que además es consciente de la realidad, el bien y la belleza.

La filosofía es esta relación de deseo y admiración, por lo que se interpreta que la filosofía es la clase de amor más puro, y al que todos deberíamos aspirar, y que además es digno de poseer. En la filosofía nos encontramos con razonamientos, que nos liberan de un cuerpo cambiante, y busca el conocimiento para la sabiduría.

 

 

Conclusión

Respondiendo a la interrogante podemos definir el amor como el deseo de la posesión del bien a través de la realidad aparente, vislumbrada por la inmutable realidad, de una manera inmortalizada; lo cual implica una clara muestra del pensamiento platónico, donde resulta crucial la división del mundo, aspirar a la Idea del Bien es la única forma en la que el amor adquiere sentido, es así que si se aspira a la sabiduría el amor adquiere carácter virtuoso y resulta de utilidad para el ser humano. Es importante su consideración hacia el mundo sensible, donde no se debate su participación dentro del amor y de cierta manera se comprende que es importante para llegar al mundo inteligible, aun que la existencia de este segundo no dependa de el primero. De tal manera que si se aspira al bien como lo encontramos por definición, consideramos que la sabiduría implica un perfecto estado entre el alma y el cuerpo, de lo contrario enfocarse en solo el último se convierte irracional, lo que no nos permite llegar al conocimiento y por tanto visibilizar la realidad del mundo de las Ideas.

El hecho de que se busque aspirar siempre trae consigo las implicaciones de el mundo sensible en constante cambio, por lo que continuamente se aspira a poseer el inteligible que por su parte permanece inmutable, de tal manera que el amor no alcanza la perfección, pero es perfeccionable, lo que se traduce cómo un deseo y una búsqueda persistente del bien.

 

Listado de Referencias

Abbagnano, N. (1993). Diccionario de filosofía. México: Fondo de Cultura Económica.

González, S. S. (2012). Platón: El ideal de ciudad justa. Duererias.

Platón. (1998). Banquete. En Diálogos III: Fedón, Banquete, Fedro. Madrid, España: Editorial Gredos .

Pericay, R. A. (2015). Platón: Las respuestas más vigentes a las grandes preguntas sobre el conocimiento, la ética o la justicia. España: RBA Coleccionables, S.A.

Reale, G. (2016). Eros, demonio mediador: El juego de las máscaras en el Banquete de Platón. Barcelona, España: Herder Editorial.