La llegada del ferrocarril mexicano a Aguascalientes como factor para la creación de industria en la localidad de 1884 a 1908.

The arrival of the Mexican railway to Aguascalientes as a factor for the creation of industry in the town from 1884 to 1908.

 

Antonio López Matamoros

 

Resumen

La llegada del ferrocarril mexicano a Aguascalientes brindó, sin lugar a duda, una razón de existir a la entidad, exceptuando el hecho de que fue fundada con un fin de protección de mercancías y productos valiosos que circulaban en la república. Es posible que se haya intensificado la vida económica y comercial de Aguascalientes y, al mismo tiempo, se hayan transformado las costumbres y cultura laboral de una sociedad aún impregnada de hábitos rurales. Mediante el estudio de fuentes primarias y secundarias se analizaron tres casos de industrias influenciadas por el ferrocarril.  Por último, el resultado de este progreso industrial se dio en la medida que factores positivos y negativos afectaron las finanzas y manufactura de la industria en la localidad, la llegada del ferrocarril influyó en su mayoría de manera positiva.

Palabras Clave:

ferrocarril mexicano, Aguascalientes, industria, historia.

 

Abstract

The arrival of the Mexican railway to Aguascalientes provided, without a doubt, a reason to exist for the entity, except for the fact that it was founded with the purpose of protecting valuable products and goods that circulated in the republic. It’s possible that the economic and commercial life of Aguascalientes has intensified, and, at the same time, the customs and work culture of a society still imbued with rural habits have been transformed. Through the study of primary and secondary sources, three cases of industries influenced by the railway are analyzed. Finally, the result of this industrial progress occurred to the extent that positive and negative factors affect the finances and manufacturing of the industry in the locality, the arrival of the railroad influenced the majority in a positive way.

Keywords:

Mexican railway, Aguascalientes, industry, history.

 

 

Introducción

¿En qué medida la llegada del ferrocarril mexicano a Aguascalientes impulsó la creación de industria en la localidad entre 1884 a 1910? La llegada del ferrocarril a Aguascalientes se orquestó gracias a la construcción de la vía del Ferrocarril Central Mexicano en 1884 con impulso del presidente Porfirio Díaz en su período (1877 – 1880). La ferrovía se montó entre distintos puntos logísticos de la república mexicana con la intención de generar una línea que cruzara del centro al norte del territorio nacional. La línea ferroviaria cruzaba los estados de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Coahuila, Durango y Chihuahua. Aguascalientes fue elegido debido a su ubicación geográfica y la posibilidad de ubicar ramificaciones a partir de la vía central que atravesaba la localidad. 

Partiendo de la aparición del ferrocarril en el estado, la inversión extranjera se incrementó debido a las condiciones económicas necesarias para mantener una empresa de cualquier ámbito y una ruta ferroviaria que permitió el transporte de mercancías a través de la república. A pesar de ello, el ayuntamiento no impuso objeciones a las peticiones de los empresarios para la construcción de las sedes que otorgarían empleo y vías para el transporte de mercancías generadas por las fabricas.

Como consecuencia de lo anterior, la empresa del ferrocarril mexicano evaluó la posibilidad de establecer los talleres generales de construcción y reparación de máquinas y material rodante. Esto con el fin de establecer la sede central de reparaciones del ferrocarril en una localidad centralizada geográficamente. Esto permitió que la ciudad en sí misma tuviera una razón de ser, económica e industrialmente hablando.

A partir de los antecedentes presentados, es posible que la llegada del ferrocarril haya intensificado la vida económica y comercial de Aguascalientes y, al mismo tiempo, se hayan transformado las costumbres y cultura laboral de una sociedad aún impregnada de hábitos rurales. 

 

Método

Para contestar la pregunta de investigación se dividirán los resultados obtenidos en tres capítulos donde se analizará, a partir de un estudio documental de fuentes primarias y secundarias, la influencia de la llegada del ferrocarril a Aguascalientes en distintos ámbitos.

 

Resultados

24 de febrero de 1884, parte de la población se congregó en las inmediaciones de las vías a las 00:00 horas para observar el arribo de la primera locomotora de vapor de la región. Por otro lado, Laura Elena Dávila y María Esquivel Reina (1981), investigadoras de la U.A.A., indican que “el primer tren que recorrió toda la línea salió de la ciudad de México el 22 de marzo de 1884 con destino en Chicago, (…).” Se entiende que -el sonido del silbato potenciado por vapor- significó una aproximación de cambios para la pequeña ciudad, aún rural, de Aguascalientes

No obstante, para analizar la llegada del ferrocarril a Aguascalientes nos tenemos que remontar a ciertos acontecimientos previos. En la época de la República restaurada y durante el primer mandato de Porfirio Díaz se habló sobre la introducción de las vías ferroviarias en todo el país. John Coatsworth (1984) menciona que cuando el general Díaz “subió al poder en 1876 México no contaba más que con 640 kilómetros de vías”. Sin embargo, ya existían tramos que pertenecían al Ferrocarril Central Mexicano.

Mientras tanto, en Aguascalientes, el gobernador vigente Francisco G. Hornedo fue quien promovió la construcción de una vía que cruzara el estado de norte a sur. En primer plano los inversionistas locales y nacionales hicieron esfuerzos durante un periodo de un año por conseguir un avance del tendido de las vías. Sin embargo, el gobernador tuvo que prometer una subvención de 500 pesos por cada kilómetro de vía a cualquier empresa interesada en el proyecto debido a que aquellos sacrificios económicos no eran suficientes.

Durante el mandato del general Porfirio Díaz (presidente) y de Francisco Hornedo (gobernador) lo único que se demostró fue la falta de visión para iniciar proyectos de una escala superior por parte de los empresarios regionales. Las personas capaces de aportar económicamente no estaban dispuestas a arriesgar el valor de su fortuna por ser el ferrocarril una novedad en la nación. No obstante, contribuyeron durante un año al tendido de vías en el trayecto Lagos – Zacatecas, que en brevedad quedaría paralizado. Ante la problemática, en 1880 se empezaron procesos legales para transferir la concesión al Ferrocarril Central que aceptó llevar a cabo el proyecto por la ubicación geográfica y las condiciones que el gobierno del estado le otorgó a la empresa ferrocarrilera.

De tal forma, el gobierno requirió de una nueva concesión para iniciar en años próximos la construcción de una conexión con la ciudad de San Luís Potosí. En ese momento la compañía del Ferrocarril Central ya poseía la concesión. Gómez señala que el tendido de vías inició desde 1878, aunque con poco éxito hasta la transferencia parcial de las concesiones al Ferrocarril Central a nivel nacional. Por otra parte, Medrano menciona que “el tendido de las vías férreas dio inicio en mayo de 1880”. Podría considerarse que el tendido de vías empezó en 1878, pese a que Medrano menciona que sucedió en 1880. Esto se debe a que el inicio del tendido de vías sí comenzó en 1878, no obstante, la entrega de la concesión al Ferrocarril Central significó un aporte sólido para continuar el proyecto en la zona estatal y, por ello, algunos documentos y textos historiográficos expresan que el arranque de las obras se dio en 1880.

Consecutivamente, un año y medio después se inauguró un primer tramo de vías de México – Tula. El 28 de julio de 1882, la vía ya llegaba hasta León, donde se interrumpieron las obras para proceder con el tendido del tramo norte – sur desde el Paso del Norte. En septiembre de 1883 se concluyó el tramo de Lagos – Aguascalientes y unos meses después, el 22 de diciembre, se consumó la construcción del tramo Aguascalientes – Zacatecas. Finalmente, el 8 de marzo del año siguiente, el inspector gubernamental concluyó que ambos tramos de vía del Ferrocarril Central, tanto norte como sur, se habían unido totalmente. Coatsworth (1984) dice que diversos recursos básicos en la lucha militar y política pueden orientarse al desarrollo de infraestructura. Entonces, se debe enfatizar que el beneficio inmediato a grandes rasgos se obtuvo a partir de la venta de leña de la Sierra Fría y la contratación de peones y obreros.

Los empresarios regionales tenían en lo general una buena visión sobre la llegada del ferrocarril a la entidad, no obstante, habría que considerar que no todos los inversionistas se vieron beneficiados por la iniciación de la vía central. Algunas empresas se sostenían a partir de la venta de productos únicamente en Aguascalientes. La llegada de la competencia nacional sin una preparación de un esquema de revisión de calidad de producto, costos de producción más baratos y una baja tasa de producción de dichas empresas trajo problemas financieros severos. Al poco tiempo de la llegada del ferrocarril, algunas empresas sufrieron la presión que ejercía la competencia nacional al grado de quedar en bancarrota.

Por otra parte, los hacendados se vieron beneficiados en la medida en que sus haciendas o sembradíos se encontraban cerca de la vía central o alguna ramificación del ferrocarril. Los escenarios de las grandes haciendas obtuvieron grandes ganancias por la sencilla distribución de productos agrícolas. En contraste, las rancherías pequeñas o haciendas alejadas del “camino de hierro” fueron afectadas por la incapacidad de alcanzar la misma calidad de distribución de su producción agrícola.

Entonces, los beneficios de la llegada del ferrocarril a corto plazo se pueden calificar como desiguales. Los resultados fueron extremistas, es decir, los que fueron beneficiados en general tuvieron un crecimiento positivo, mientras que los perjudicados vieron remarcados sus obstáculos para subsistir en el negocio. Desde la perspectiva privilegiada, el crecimiento ayudó a difundir el hecho de que el progreso económico era alcanzable y una inversión en el lugar era redituable.

La reciente normalización del ferrocarril como medio de transporte para la distribución de productos a nivel nacional motivó a distintos empresarios extranjeros a invertir en la ciudad por las condiciones geográficas, pérdidas fijas notoriamente bajas, y la entrega de recursos e infraestructura por parte de los gobiernos vigentes. Cabe la aclaración que no todas las empresas se vieron favorecidas, al igual que algunas comunidades agrícolas, por la llegada del ferrocarril. Algunas de ellas desaparecieron por una competencia nacional diferente y mejor estructurada. Sin embargo, la reciente comunicación con otras regiones de la república mexicana también atrajo la atención de grandes empresarios extranjeros para invertir en el estado. Es entonces que en este capítulo se tratarán dos casos de inversionistas que en cierta medida aportaron al desarrollo urbano, tecnológico, cultural y económico de la ciudad: la familia Guggenheim y Sir John Douglas.

Por un lado, el sector minero se convirtió en un mercado rentable para explotar. Kuntz (1999) menciona que esta área se explotó en gran medida a la inversión extranjera y sus recursos. Aun cuando este sólo fue uno de los factores para comenzar a desarrollar la región, existieron otras características que hicieron variar el aporte extranjero a los estados como parte del desarrollo minero: La estructura política, la aceptación de los gobiernos vigentes sobre la toma en exceso de recursos, la urbanización y la utilización de terrenos31. En Aguascalientes la necesidad de crecimiento en varios ámbitos como el económico y urbano motivaron al gobierno del estado a cambiar ligeramente la legislación para otorgar concesiones a los empresarios preparados para involucrarse en el proyecto. Tal ejemplo de inversión extranjera se vio representado desde la familia Guggenheim y la que estructuralmente se nominaría en 1899 como American Smelting & Refining Company (ASARCO).

Los Guggenheim se interesaron en Aguascalientes desde 1885. Motivados por la valiosa ubicación geográfica del estado, la generosidad de la administración estatal de Alejandro Vázquez del Mercado y la aplicación de la tarifa McKinley en los Estados Unidos, los Guggenheim fueron tentados por otros mercados, principalmente el de los metales mexicanos. Esta tarifa no permitía a los grandes magnates del metal obtener el mayor rendimiento financiero al importar su producción. La familia en asociación con el gobernador vigente, Vázquez del Mercado, acordaron en 1894 una concesión en la que se le cedió el permiso a la familia de construir una gran fundidora de metales.

Al terminarse esta fábrica fundidora de metales en 1895 se le consideró la más grande y moderna del país. Se sostenía con base en los minerales extraídos de las minas de Tepezalá y Asientos. Algunas empresas filiales compraron minas de Asientos provocando así su desarrollo. Estos minerales eran transportados mediante la vía central del ferrocarril mexicano hasta una desviación propuesta en el contrato de la concesión a los Guggenheim donde se le cedería un ramal con dirección a la fundidora. Gracias a la creación de la gran fundición se generó el crecimiento hacia el norte de la localidad, ya que la generación de empleos atrajo a foráneos interesados en conseguir trabajo. En consecuencia, Salomón Guggenheim compró y adaptó los alrededores del complejo minero para colocar a sus obreros. Por ello, la urbanización fue notable detrás de la llegada de la fundición. Sin embargo, aunque existió cierto apoyo por parte de los Guggenheim en el desarrollo de Aguascalientes, por lo general, la sociedad obrera y los recursos ambientales del estado se vieron fuertemente afectados.

Entonces ¿en qué medida la ubicación de la vía central del ferrocarril mexicano en Aguascalientes provocó la creación de la fundición? Esto en la medida en que el ámbito minero se veía beneficiado por las facilidades de transporte terrestre que otorgaba el ferrocarril. Kuntz (1999) dicta que:

 

“el transporte de minerales en bruto se veía beneficiado en varias circunstancias (…), tanto por su volumen como por la baja relación peso – valor de los embarques, el tráfico de minerales se favorecía de su ubicación entre las tarifas más bajas y del traslado por carro entero”

 

Por ello, los Guggenheim fueron respaldados por los beneficios recientes del ferrocarril al sector minero. En cierta medida, también la entrega de bienes del estado por parte de los gobernantes ayudó a obtener rápidamente la concesión por parte de la familia estadounidense.

Por otro lado, la capacidad para hacer negocio de la familia Guggenheim e iniciar un proyecto causó que empresarios locales intentaran imitar su modelo de acción por el éxito obtenido sin ninguna experiencia con los gobernantes locales. Aunque con menor éxito económico, se comenzó a formar una base de pequeñas industrias locales. Mientras tanto, los inversionistas extranjeros continuaron generando un mayor aporte a la modernización de la ciudad. Gente emprendedora, en su mayoría, replicó igualmente el modelo de negociación utilizado por la familia estadounidense con mejores resultados en menor tiempo.

John Douglas fue una de estas personas emprendedoras que a partir de audacia para negociar y la imitación del concepto de los Guggenheim logró afianzarse en el estado como un magnate importante. Gómez (2013) señala “(…) que se trata de un empresario que amasó su fortuna en México (…)”. El nacido en Bury formó relaciones personales con los políticos locales y el gobernador como una estrategia para obtener la confianza de los altos mandos de la localidad.

Después de una decisión positiva sobre la Gran Fundición, el gobernador Alejandro Vázquez, e íntimo amigo Douglas, no se retrasó en la entrega de una concesión similar en el valor de la generosidad para construir un molino de trigo nominado “La perla”. Kuntz (1999) menciona que “parte de la producción agrícola (…) que no se dedicaba al autoconsumo iba en aumento, en alguna medida como consecuencia de los incentivos que ofrecía el funcionamiento del ferrocarril”. Es por esto por lo que ambas partes acordaron que la construcción del molino se llevaría a cabo en un terreno cercano a la vía central del ferrocarril de Aguascalientes. El molino de trigo “La perla” comenzó a trabajar en 1895. El emprendedor escocés vio facilitado el transporte de sus mercancías para su distribución en otros mercados de la república mexicana. Gracias a esto la empresa no tardó en resaltar su potencial crecimiento en Aguascalientes.

Esta empresa se encontraba posicionada en el cuarto orden de empresas locales a partir del análisis del capital y del poder obrero. Retomando el ámbito obrero, a diferencia de otras empresas con poder en el estado, se conoce que los 400 trabajadores del molino recibían un pago y trato decentes. No obstante, ninguna fuente otorga una cantidad precisa para evaluar a grandes rasgos la calidad de condiciones laborales. Por otra parte, no existen datos claros y contundentes como para dar algún contrapeso sobre las características positivas de las empresas analizadas en este capítulo. Podría afirmar que, en lo general, el molino trabajaba en condiciones positivas dejando mayoritariamente beneficios y progreso ante el paso del tiempo.

Así pues, el aporte de Douglas resultó en importante derrama económica para la industria agrícola en la localidad y la edificación en los sectores colindantes del molino de trigo. La empresa agrícola no registró sitios poco recomendables para el desarrollo de la tarea del trabajador ni mantuvo sueldos bajos con tal de obtener la mayor ganancia disponible. Es más, en lo que cabe al crecimiento general de la ciudad este se vio afectado positivamente.

Por otra parte, la desigualdad entre la población obrera y la población privilegiada se remarcó, la infraestructura, crecimiento urbano y la macroeconomía local se fortaleció. Desde el argumento que presenta Gómez (2013), a partir del impulso obtenido por las industrias trascendentales de Aguascalientes, el Ferrocarril Central Mexicano considera la posibilidad de construir el eje central de operación y reparaciones de maquinaria y material rodante en la ciudad. De nueva cuenta, la razón principal para construir los talleres en la ciudad fue por su posición geográficamente privilegiada.

La estrategia de los Guggenheim que ya habían imitado algunas empresas locales daba éxito a las compañías que se atrevían a utilizarla. Por ello, la Compañía del Ferrocarril Central se interesó en el proyecto. La ciudad por sí misma ya había demostrado el crecimiento que pudo alcanzar en un período corto de tiempo, mientras que también las empresas extranjeras disponían de información sobre el tipo de obrero que se requería.

Frente a ciertas complicaciones en las negociaciones debido a que ciudades como San Luis Potosí y Nuevo León se encontraban en la disputa, en 1897, la Compañía del Ferrocarril Central y el gobierno estatal de Aguascalientes, comandado por Rafael Arellano, presentaron un contrato en el cual se le otorgaron ciertas restricciones y bienes, aunque en su mayoría se trataba de beneficios generosos hacia la compañía del Ferrocarril Central. Según lo observado en el contrato publicado en el periódico oficial, estas ventajas estaban relacionadas con temáticas de infraestructura, la calidad del terreno y recursos con el fin de que la empresa del Ferrocarril Central se centrase en entregar las mejores instalaciones posibles.

El plan era la construcción de los talleres generales de construcción y reparación de máquinas y material rodante, aunque algunos obreros lo conocían como maestranza59. Esta tuvo como objetivo otorgar mantenimiento a toda la maquinaria utilizada en la República desde un punto estratégico para no entorpecer el servicio de transporte de gente y/o mercancías.

 

Conclusión

Entonces. ¿En qué medida la construcción de la vía central del ferrocarril mexicano a Aguascalientes en 1884 impulsó la creación de industria en la localidad? En la medida en que la llegada del ferrocarril provocó interés económico en ciertas familias acaudaladas internacionalmente que impulsaron a la población tradicional aquicalidense a evolucionar dejando atrás algunas costumbres rurales. Cómo resultado de lo anterior, se generaron amplios resultados en materia industrial y económica.

Al mismo tiempo, algunas empresas locales se vieron afectadas por la llegada del ferrocarril debido a su corta capacidad de producción. Anteriormente no existía competencia para aquellas industrias locales y sus mercancías eran bien vendidas en la entidad. A partir de la llegada del Ferrocarril Central Mexicano y la vía México–Cd. Juárez, la industria existente obtuvo complicaciones y resultados adversos ante otros productos de la República Mexicana que tenían mejor tasa de producción y una revisión de calidad del producto bien establecida.

Tras varios años de progreso y una evolución del tradicionalismo al contemporáneo, el Ferrocarril Central decidió implantar la sede de reparación y mantenimiento de maquinaría. Finalmente, los talleres fueron el último gran factor de cambio de la sociedad hidrocálida; otorgaron empleo, identidad, finanzas sanas al gobierno, etc.

Ahora bien, las múltiples demandas de beneficios de los millonarios extranjeros pudieron ser el mayor desafío de los gobiernos locales ya que existía cierto riesgo de no obtener los recursos suficientes para satisfacerlos. Además, aunque la población se vio beneficiada por la implementación de un esquema diferente de organización laboral y hubo crecimiento industrial, la ciudadanía empleada por la industria local y los talleres de reparación tendían a sufrir bastantes accidentes en condiciones laborales precarias para un trabajador y el sueldo no era suficiente.

Finalmente, se puede afirmar que en la medida en que factores positivos y negativos afectaron las finanzas y manufactura de la industria en la localidad, la llegada del ferrocarril influyó en su mayoría de manera positiva. La determinación del gobierno por arriesgar los bienes del estado tuvo un buen resultado. No obstante, ante la llegada de empresas más grandes también quebraron algunas industrias locales que no pudieron competir ante el esquema laboral extranjero.

 

Referencias y fuentes consultadas:

Bernstein, M. (1965). The Mexican mining industry, 1890-1950 (1st ed.). Nueva York: University of the State of New York.

Coatsworth, J. (1984). El impacto económico de los ferrocarriles en el porfiriato (2nd ed.). Ediciones Era.

Gómez Serrano, J. (2000). Haciendas y ranchos de Aguascalientes (1st ed.). Aguascalientes: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

_____________(2013). Eslabones de la historia regional de Aguascalientes (1st ed.). Aguascalientes: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

_____________ (1988). Aguascalientes en la historia, 1786 – 1920. Tomo II: Los embates de la modernidad. Tomo III: Sociedad y cultura. Aguascalientes: Instituto Mora.

Martínez López, H. (1977). El Aguascalientes que yo conocí. Aguascalientes, México: Imprenta Daniel Pérez Acuña

Medrano de Luna, G. (2000). La morena y sus chorriados. Aguascalientes: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

de la Torre, J. (1888). Historia y descripción del Ferrocarril Central Mexicano. Cdigital.dgb.uanl.mx. Recuperado el 18 Febrero del 2020, de http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080097343/1080097343_MA.PDF

Moya Gutiérrez, A. (2008). Una digestión necesaria acerca del régimen de Porfirio Díaz 1876 – 1910. Revista de Ciencias Sociales. Recuperado el 12 de Febrero del 2020, de https://revistacienciassociales.ucr.ac.cr/images/revistas/RCS119/05MoyaRehabilitan do.pdf.

Barba Rodríguez, M., & Acosta Collazo, A. (2012). Los Talleres Generales de Construcción y Reparación de Máquinas y Material Rodante del Ferrocarril Central en Aguascalientes: un recorrido por su historia. Researchgate. Recuperado el 16 de Febrero del 2020, de https://www.researchgate.net/publication/327406275_Los_Talleres_Generales_de_ Construccion_y_Reparacion_de_Maquinas_y_Material_Rodante_del_Ferrocarril_C entral_en_Aguascalientes_un_recorrido_por_su_historia.

Sánchez Villegas, C. (2016). La llegada del ferrocarril a Aguascalientes y San Luis Potosí 1880 – 1908. Aguascalientes, México: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Martínez López, H. (1977). El Aguascalientes que yo conocí. Aguascalientes, México: Imprenta Daniel Pérez Acuña.

 

Hemerografía:

           El instructor. (1884, 1897, 1903).

           El republicano. (Periódico oficial del estado de Aguascalientes). -(1884, 1894, 1897, 1903, 1907)

           El fandango. (1884, 1897, 1903, 1907).