Antonio
López Matamoros
Resumen
La
llegada del ferrocarril mexicano a Aguascalientes brindó, sin lugar a
duda, una razón de existir a la entidad, exceptuando el hecho de que fue
fundada con un fin de protección de mercancías y productos
valiosos que circulaban en la república. Es posible que se haya
intensificado la vida económica y comercial de Aguascalientes y, al
mismo tiempo, se hayan transformado las costumbres y cultura laboral de una
sociedad aún impregnada de hábitos rurales. Mediante el estudio
de fuentes primarias y secundarias se analizaron tres casos de industrias
influenciadas por el ferrocarril. Por
último, el resultado de este progreso industrial se dio en la medida que
factores positivos y negativos afectaron las finanzas y manufactura de la
industria en la localidad, la llegada del ferrocarril influyó en su
mayoría de manera positiva.
Palabras
Clave:
ferrocarril
mexicano, Aguascalientes, industria, historia.
Abstract
The arrival of the Mexican railway to Aguascalientes
provided, without a doubt, a reason to exist for the entity, except for the
fact that it was founded with the purpose of protecting valuable products and
goods that circulated in the republic. It’s possible that the economic
and commercial life of Aguascalientes has intensified, and, at the same time,
the customs and work culture of a society still imbued with rural habits have
been transformed. Through the study of primary and secondary sources, three
cases of industries influenced by the railway are analyzed. Finally, the result
of this industrial progress occurred to the extent that positive and negative
factors affect the finances and manufacturing of the industry in the locality,
the arrival of the railroad influenced the majority in a positive way.
Keywords:
Mexican railway, Aguascalientes, industry, history.
Introducción
¿En
qué medida la llegada del ferrocarril mexicano a Aguascalientes
impulsó la creación de industria en la localidad entre 1884 a
1910? La llegada del ferrocarril a Aguascalientes se orquestó gracias a
la construcción de la vía del Ferrocarril Central Mexicano en
1884 con impulso del presidente Porfirio Díaz en su período (1877
– 1880). La ferrovía se montó entre distintos puntos
logísticos de la república mexicana con la intención de
generar una línea que cruzara del centro al norte del territorio
nacional. La línea ferroviaria cruzaba los estados de México,
Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Aguascalientes, Zacatecas, Coahuila,
Durango y Chihuahua. Aguascalientes fue elegido debido a su ubicación
geográfica y la posibilidad de ubicar ramificaciones a partir de la
vía central que atravesaba la localidad.
Partiendo
de la aparición del ferrocarril en el estado, la inversión
extranjera se incrementó debido a las condiciones económicas
necesarias para mantener una empresa de cualquier ámbito y una ruta
ferroviaria que permitió el transporte de mercancías a
través de la república. A pesar de ello, el ayuntamiento no
impuso objeciones a las peticiones de los empresarios para la
construcción de las sedes que otorgarían empleo y vías
para el transporte de mercancías generadas por las fabricas.
Como
consecuencia de lo anterior, la empresa del ferrocarril mexicano evaluó
la posibilidad de establecer los talleres generales de construcción y
reparación de máquinas y material rodante. Esto con el fin de
establecer la sede central de reparaciones del ferrocarril en una localidad
centralizada geográficamente. Esto permitió que la ciudad en
sí misma tuviera una razón de ser, económica e
industrialmente hablando.
A
partir de los antecedentes presentados, es posible que la llegada del
ferrocarril haya intensificado la vida económica y comercial de
Aguascalientes y, al mismo tiempo, se hayan transformado las costumbres y
cultura laboral de una sociedad aún impregnada de hábitos
rurales.
Método
Para
contestar la pregunta de investigación se dividirán los
resultados obtenidos en tres capítulos donde se analizará, a
partir de un estudio documental de fuentes primarias y secundarias, la
influencia de la llegada del ferrocarril a Aguascalientes en distintos
ámbitos.
Resultados
24 de febrero
de 1884, parte de la población se congregó en las inmediaciones
de las vías a las 00:00 horas para observar el arribo de la primera
locomotora de vapor de la región. Por otro lado, Laura Elena
Dávila y María Esquivel Reina (1981), investigadoras de la
U.A.A., indican que “el primer tren que recorrió toda la
línea salió de la ciudad de México el 22 de marzo de 1884
con destino en Chicago, (…).” Se entiende que -el sonido del
silbato potenciado por vapor- significó una aproximación de
cambios para la pequeña ciudad, aún rural, de Aguascalientes
No
obstante, para analizar la llegada del ferrocarril a Aguascalientes nos tenemos
que remontar a ciertos acontecimientos previos. En la época de la
República restaurada y durante el primer mandato de Porfirio Díaz
se habló sobre la introducción de las vías ferroviarias en
todo el país. John Coatsworth (1984) menciona que cuando el general
Díaz “subió al poder en 1876 México no contaba
más que con 640 kilómetros de vías”. Sin embargo, ya
existían tramos que pertenecían al Ferrocarril Central Mexicano.
Mientras
tanto, en Aguascalientes, el gobernador vigente Francisco G. Hornedo fue quien
promovió la construcción de una vía que cruzara el estado
de norte a sur. En primer plano los inversionistas locales y nacionales
hicieron esfuerzos durante un periodo de un año por conseguir un avance
del tendido de las vías. Sin embargo, el gobernador tuvo que prometer
una subvención de 500 pesos por cada kilómetro de vía a
cualquier empresa interesada en el proyecto debido a que aquellos sacrificios
económicos no eran suficientes.
Durante
el mandato del general Porfirio Díaz (presidente) y de Francisco Hornedo
(gobernador) lo único que se demostró fue la falta de
visión para iniciar proyectos de una escala superior por parte de los
empresarios regionales. Las personas capaces de aportar económicamente
no estaban dispuestas a arriesgar el valor de su fortuna por ser el ferrocarril
una novedad en la nación. No obstante, contribuyeron durante un
año al tendido de vías en el trayecto Lagos – Zacatecas,
que en brevedad quedaría paralizado. Ante la problemática, en
1880 se empezaron procesos legales para transferir la concesión al
Ferrocarril Central que aceptó llevar a cabo el proyecto por la ubicación
geográfica y las condiciones que el gobierno del estado le otorgó
a la empresa ferrocarrilera.
De
tal forma, el gobierno requirió de una nueva concesión para
iniciar en años próximos la construcción de una
conexión con la ciudad de San Luís Potosí. En ese momento
la compañía del Ferrocarril Central ya poseía la
concesión. Gómez señala que el tendido de vías
inició desde 1878, aunque con poco éxito hasta la transferencia
parcial de las concesiones al Ferrocarril Central a nivel nacional. Por otra
parte, Medrano menciona que “el tendido de las vías férreas
dio inicio en mayo de 1880”. Podría considerarse que el tendido de
vías empezó en 1878, pese a que Medrano menciona que
sucedió en 1880. Esto se debe a que el inicio del tendido de vías
sí comenzó en 1878, no obstante, la entrega de la concesión
al Ferrocarril Central significó un aporte sólido para continuar
el proyecto en la zona estatal y, por ello, algunos documentos y textos
historiográficos expresan que el arranque de las obras se dio en 1880.
Consecutivamente,
un año y medio después se inauguró un primer tramo de
vías de México – Tula. El 28 de julio de 1882, la
vía ya llegaba hasta León, donde se interrumpieron las obras para
proceder con el tendido del tramo norte – sur desde el Paso del Norte. En
septiembre de 1883 se concluyó el tramo de Lagos – Aguascalientes
y unos meses después, el 22 de diciembre, se consumó la
construcción del tramo Aguascalientes – Zacatecas. Finalmente, el
8 de marzo del año siguiente, el inspector gubernamental concluyó
que ambos tramos de vía del Ferrocarril Central, tanto norte como sur,
se habían unido totalmente. Coatsworth (1984) dice que diversos recursos
básicos en la lucha militar y política pueden orientarse al
desarrollo de infraestructura. Entonces, se debe enfatizar que el beneficio
inmediato a grandes rasgos se obtuvo a partir de la venta de leña de la
Sierra Fría y la contratación de peones y obreros.
Los
empresarios regionales tenían en lo general una buena visión
sobre la llegada del ferrocarril a la entidad, no obstante, habría que
considerar que no todos los inversionistas se vieron beneficiados por la
iniciación de la vía central. Algunas empresas se
sostenían a partir de la venta de productos únicamente en
Aguascalientes. La llegada de la competencia nacional sin una
preparación de un esquema de revisión de calidad de producto,
costos de producción más baratos y una baja tasa de
producción de dichas empresas trajo problemas financieros severos. Al
poco tiempo de la llegada del ferrocarril, algunas empresas sufrieron la
presión que ejercía la competencia nacional al grado de quedar en
bancarrota.
Por
otra parte, los hacendados se vieron beneficiados en la medida en que sus
haciendas o sembradíos se encontraban cerca de la vía central o
alguna ramificación del ferrocarril. Los escenarios de las grandes
haciendas obtuvieron grandes ganancias por la sencilla distribución de
productos agrícolas. En contraste, las rancherías pequeñas
o haciendas alejadas del “camino de hierro” fueron afectadas por la
incapacidad de alcanzar la misma calidad de distribución de su
producción agrícola.
Entonces,
los beneficios de la llegada del ferrocarril a corto plazo se pueden calificar
como desiguales. Los resultados fueron extremistas, es decir, los que fueron
beneficiados en general tuvieron un crecimiento positivo, mientras que los
perjudicados vieron remarcados sus obstáculos para subsistir en el
negocio. Desde la perspectiva privilegiada, el crecimiento ayudó a
difundir el hecho de que el progreso económico era alcanzable y una
inversión en el lugar era redituable.
La
reciente normalización del ferrocarril como medio de transporte para la
distribución de productos a nivel nacional motivó a distintos
empresarios extranjeros a invertir en la ciudad por las condiciones
geográficas, pérdidas fijas notoriamente bajas, y la entrega de
recursos e infraestructura por parte de los gobiernos vigentes. Cabe la
aclaración que no todas las empresas se vieron favorecidas, al igual que
algunas comunidades agrícolas, por la llegada del ferrocarril. Algunas
de ellas desaparecieron por una competencia nacional diferente y mejor
estructurada. Sin embargo, la reciente comunicación con otras regiones
de la república mexicana también atrajo la atención de
grandes empresarios extranjeros para invertir en el estado. Es entonces que en
este capítulo se tratarán dos casos de inversionistas que en
cierta medida aportaron al desarrollo urbano, tecnológico, cultural y
económico de la ciudad: la familia Guggenheim y Sir John Douglas.
Por
un lado, el sector minero se convirtió en un mercado rentable para
explotar. Kuntz (1999) menciona que esta área se explotó en gran
medida a la inversión extranjera y sus recursos. Aun cuando este
sólo fue uno de los factores para comenzar a desarrollar la
región, existieron otras características que hicieron variar el
aporte extranjero a los estados como parte del desarrollo minero: La estructura
política, la aceptación de los gobiernos vigentes sobre la toma
en exceso de recursos, la urbanización y la utilización de
terrenos31. En Aguascalientes la necesidad de crecimiento en varios
ámbitos como el económico y urbano motivaron al gobierno del
estado a cambiar ligeramente la legislación para otorgar concesiones a
los empresarios preparados para involucrarse en el proyecto. Tal ejemplo de
inversión extranjera se vio representado desde la familia Guggenheim y
la que estructuralmente se nominaría en 1899 como American Smelting
& Refining Company (ASARCO).
Los
Guggenheim se interesaron en Aguascalientes desde 1885. Motivados por la
valiosa ubicación geográfica del estado, la generosidad de la
administración estatal de Alejandro Vázquez del Mercado y la
aplicación de la tarifa McKinley en los Estados Unidos, los Guggenheim
fueron tentados por otros mercados, principalmente el de los metales mexicanos.
Esta tarifa no permitía a los grandes magnates del metal obtener el
mayor rendimiento financiero al importar su producción. La familia en
asociación con el gobernador vigente, Vázquez del Mercado,
acordaron en 1894 una concesión en la que se le cedió el permiso
a la familia de construir una gran fundidora de metales.
Al
terminarse esta fábrica fundidora de metales en 1895 se le
consideró la más grande y moderna del país. Se
sostenía con base en los minerales extraídos de las minas de
Tepezalá y Asientos. Algunas empresas filiales compraron minas de
Asientos provocando así su desarrollo. Estos minerales eran
transportados mediante la vía central del ferrocarril mexicano hasta una
desviación propuesta en el contrato de la concesión a los
Guggenheim donde se le cedería un ramal con dirección a la
fundidora. Gracias a la creación de la gran fundición se
generó el crecimiento hacia el norte de la localidad, ya que la
generación de empleos atrajo a foráneos interesados en conseguir
trabajo. En consecuencia, Salomón Guggenheim compró y
adaptó los alrededores del complejo minero para colocar a sus obreros.
Por ello, la urbanización fue notable detrás de la llegada de la
fundición. Sin embargo, aunque existió cierto apoyo por parte de
los Guggenheim en el desarrollo de Aguascalientes, por lo general, la sociedad
obrera y los recursos ambientales del estado se vieron fuertemente afectados.
Entonces
¿en qué medida la ubicación de la vía central del
ferrocarril mexicano en Aguascalientes provocó la creación de la
fundición? Esto en la medida en que el ámbito minero se
veía beneficiado por las facilidades de transporte terrestre que
otorgaba el ferrocarril. Kuntz (1999) dicta que:
“el transporte de minerales en bruto se
veía beneficiado en varias circunstancias (…), tanto por su
volumen como por la baja relación peso – valor de los embarques,
el tráfico de minerales se favorecía de su ubicación entre
las tarifas más bajas y del traslado por carro entero”
Por
ello, los Guggenheim fueron respaldados por los beneficios recientes del
ferrocarril al sector minero. En cierta medida, también la entrega de
bienes del estado por parte de los gobernantes ayudó a obtener
rápidamente la concesión por parte de la familia estadounidense.
Por
otro lado, la capacidad para hacer negocio de la familia Guggenheim e iniciar
un proyecto causó que empresarios locales intentaran imitar su modelo de
acción por el éxito obtenido sin ninguna experiencia con los
gobernantes locales. Aunque con menor éxito económico, se
comenzó a formar una base de pequeñas industrias locales.
Mientras tanto, los inversionistas extranjeros continuaron generando un mayor
aporte a la modernización de la ciudad. Gente emprendedora, en su
mayoría, replicó igualmente el modelo de negociación
utilizado por la familia estadounidense con mejores resultados en menor tiempo.
John
Douglas fue una de estas personas emprendedoras que a partir de audacia para
negociar y la imitación del concepto de los Guggenheim logró
afianzarse en el estado como un magnate importante. Gómez (2013)
señala “(…) que se trata de un empresario que amasó
su fortuna en México (…)”. El nacido en Bury formó
relaciones personales con los políticos locales y el gobernador como una
estrategia para obtener la confianza de los altos mandos de la localidad.
Después
de una decisión positiva sobre la Gran Fundición, el gobernador
Alejandro Vázquez, e íntimo amigo Douglas, no se retrasó
en la entrega de una concesión similar en el valor de la generosidad
para construir un molino de trigo nominado “La perla”. Kuntz (1999)
menciona que “parte de la producción agrícola (…) que
no se dedicaba al autoconsumo iba en aumento, en alguna medida como
consecuencia de los incentivos que ofrecía el funcionamiento del
ferrocarril”. Es por esto por lo que ambas partes acordaron que la
construcción del molino se llevaría a cabo en un terreno cercano
a la vía central del ferrocarril de Aguascalientes. El molino de trigo
“La perla” comenzó a trabajar en 1895. El emprendedor
escocés vio facilitado el transporte de sus mercancías para su
distribución en otros mercados de la república mexicana. Gracias
a esto la empresa no tardó en resaltar su potencial crecimiento en
Aguascalientes.
Esta
empresa se encontraba posicionada en el cuarto orden de empresas locales a
partir del análisis del capital y del poder obrero. Retomando el
ámbito obrero, a diferencia de otras empresas con poder en el estado, se
conoce que los 400 trabajadores del molino recibían un pago y trato
decentes. No obstante, ninguna fuente otorga una cantidad precisa para evaluar
a grandes rasgos la calidad de condiciones laborales. Por otra parte, no
existen datos claros y contundentes como para dar algún contrapeso sobre
las características positivas de las empresas analizadas en este
capítulo. Podría afirmar que, en lo general, el molino trabajaba en
condiciones positivas dejando mayoritariamente beneficios y progreso ante el
paso del tiempo.
Así
pues, el aporte de Douglas resultó en importante derrama
económica para la industria agrícola en la localidad y la
edificación en los sectores colindantes del molino de trigo. La empresa
agrícola no registró sitios poco recomendables para el desarrollo
de la tarea del trabajador ni mantuvo sueldos bajos con tal de obtener la mayor
ganancia disponible. Es más, en lo que cabe al crecimiento general de la
ciudad este se vio afectado positivamente.
Por
otra parte, la desigualdad entre la población obrera y la
población privilegiada se remarcó, la infraestructura,
crecimiento urbano y la macroeconomía local se fortaleció. Desde
el argumento que presenta Gómez (2013), a partir del impulso obtenido
por las industrias trascendentales de Aguascalientes, el Ferrocarril Central
Mexicano considera la posibilidad de construir el eje central de
operación y reparaciones de maquinaria y material rodante en la ciudad.
De nueva cuenta, la razón principal para construir los talleres en la
ciudad fue por su posición geográficamente privilegiada.
La
estrategia de los Guggenheim que ya habían imitado algunas empresas
locales daba éxito a las compañías que se atrevían
a utilizarla. Por ello, la Compañía del Ferrocarril Central se
interesó en el proyecto. La ciudad por sí misma ya había
demostrado el crecimiento que pudo alcanzar en un período corto de
tiempo, mientras que también las empresas extranjeras disponían
de información sobre el tipo de obrero que se requería.
Frente
a ciertas complicaciones en las negociaciones debido a que ciudades como San
Luis Potosí y Nuevo León se encontraban en la disputa, en 1897,
la Compañía del Ferrocarril Central y el gobierno estatal de
Aguascalientes, comandado por Rafael Arellano, presentaron un contrato en el
cual se le otorgaron ciertas restricciones y bienes, aunque en su
mayoría se trataba de beneficios generosos hacia la
compañía del Ferrocarril Central. Según lo observado en el
contrato publicado en el periódico oficial, estas ventajas estaban
relacionadas con temáticas de infraestructura, la calidad del terreno y
recursos con el fin de que la empresa del Ferrocarril Central se centrase en
entregar las mejores instalaciones posibles.
El
plan era la construcción de los talleres generales de
construcción y reparación de máquinas y material rodante,
aunque algunos obreros lo conocían como maestranza59. Esta tuvo como
objetivo otorgar mantenimiento a toda la maquinaria utilizada en la
República desde un punto estratégico para no entorpecer el
servicio de transporte de gente y/o mercancías.
Conclusión
Entonces. ¿En qué medida la
construcción de la vía central del ferrocarril mexicano a
Aguascalientes en 1884 impulsó la creación de industria en la
localidad? En la medida en que la llegada del ferrocarril provocó
interés económico en ciertas familias acaudaladas
internacionalmente que impulsaron a la población tradicional
aquicalidense a evolucionar dejando atrás algunas costumbres rurales.
Cómo resultado de lo anterior, se generaron amplios resultados en
materia industrial y económica.
Al mismo tiempo, algunas empresas locales se vieron
afectadas por la llegada del ferrocarril debido a su corta capacidad de
producción. Anteriormente no existía competencia para aquellas
industrias locales y sus mercancías eran bien vendidas en la entidad. A
partir de la llegada del Ferrocarril Central Mexicano y la vía
México–Cd. Juárez, la industria existente obtuvo
complicaciones y resultados adversos ante otros productos de la
República Mexicana que tenían mejor tasa de producción y
una revisión de calidad del producto bien establecida.
Tras varios años de progreso y una
evolución del tradicionalismo al contemporáneo, el Ferrocarril
Central decidió implantar la sede de reparación y mantenimiento
de maquinaría. Finalmente, los talleres fueron el último gran
factor de cambio de la sociedad hidrocálida; otorgaron empleo,
identidad, finanzas sanas al gobierno, etc.
Ahora bien, las múltiples demandas de beneficios
de los millonarios extranjeros pudieron ser el mayor desafío de los
gobiernos locales ya que existía cierto riesgo de no obtener los
recursos suficientes para satisfacerlos. Además, aunque la
población se vio beneficiada por la implementación de un esquema
diferente de organización laboral y hubo crecimiento industrial, la
ciudadanía empleada por la industria local y los talleres de
reparación tendían a sufrir bastantes accidentes en condiciones
laborales precarias para un trabajador y el sueldo no era suficiente.
Finalmente, se puede afirmar que en la medida en que
factores positivos y negativos afectaron las finanzas y manufactura de la
industria en la localidad, la llegada del ferrocarril influyó en su
mayoría de manera positiva. La determinación del gobierno por
arriesgar los bienes del estado tuvo un buen resultado. No obstante, ante la
llegada de empresas más grandes también quebraron algunas
industrias locales que no pudieron competir ante el esquema laboral extranjero.
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